El huracán Igor azotó el domingo a las Bermudas con vientos huracanados, grandes olas y lluvias, derribando árboles y líneas eléctricas en esta cadena de islas del Atlántico que sentía la fuerza de una de las peores tormentas que han golpeado el área.

El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos calificó a Igor como un huracán "muy grande".

Sus vientos máximos sostenidos se debilitaron ligeramente a medida que se acercaba al pequeño territorio británico de ultramar, un popular destino turístico y centro de aseguradoras mundiales situado a más de 1.000 kilómetros al este de la costa oriental estadounidense.

El centro de Igor, un huracán de categoría 1, registraba vientos máximos sostenidos de cerca de 120 kilómetros por hora (kph) y estaba previsto que pasara más al oeste del grupo de islas del Atlántico de lo que se pronosticó inicialmente, dijo el servicio meteorológico de las Bermudas.

Pero el CNH con sede en Miami reportó que la fuerza huracanada de los vientos se extendía a unos 150 kilómetros del centro de Igor.

A las 20.00 hora del este (0000 GMT), Igor estaba a unos 95 kilómetros al oeste-suroeste de las Bermudas, moviéndose al norte-noreste a 22 kph.

Los fuertes vientos arrancaron muchos árboles de raíz y agitó peligros desechos mientras grandes olas azotaban la costa de los pequeños territorios británicos de ultramar, aislados y densamente poblados.

El viento derribó líneas eléctricas, causando la interrupción del servicio a unos 19.500 clientes -más de la mitad de los usuarios del territorio-, según la firma local de electricidad Belco.

El Servicio Meteorológico de las Bermudas dijo que el centro de Igor estaba virando ligeramente fuera de la cadena de islas, y estaba previsto que pasara 87 kilómetros al oeste del archipiélago de las Bermudas el domingo, reportó el diario Royal Gazette.

Las condiciones huracanadas continuarían durante la noche.

"UNO DE LOS PEORES"

El primer ministro de Bermudas, Eweart Brown, advirtió a los residentes que se preparen para "uno de los peores huracanes que ha amenazado a nuestras costas", pero no había reportes inmediatos de víctimas.

"La lluvia está viniendo de lado, básicamente es muy tormentoso. Los árboles están caídos y hay ramas volando por todas partes y hay un montón de escombros", escribió Mark Tatem, un fotógrafo del periódico The Royal Gazette, en un chat en el que narraba lo que estaba viendo.

Varias carreteras en Hamilton estaban inundadas. David Saul, un empresario de 70 años cuya casa da a la bahía Devonshire en el centro de la cadena de islas, previamente relató haber visto "estupendas" olas.

"Las olas están entrando al camino", contó.

Los caminos de Bermudas estaban desiertos y las iglesias cancelaron sus servicios. La mayoría de tiendas y restaurantes en la capital estaban cerrados y residentes compraron suministros de emergencia como combustible, baterías, alimentos y velas.

Autoridades locales cerraron el domingo el paso elevado que conecta el Aeropuerto Internacional L.F. Wade y el distrito oriental de St. George con el resto de Bermudas. El aeropuerto estaba cerrado.

El destructor de la Armada Real Británica HMS Manchester estaba a la espera con un helicóptero.

"Esto es un pueblo fantasma", dijo la londinense Tipper Raven, quien tomó dos semanas de vacaciones en Bermudas, refiriéndose a Hamilton.

El Gobierno de Bermudas advirtió a los residentes que se preparen para un impacto similar al que la isla experimentó en el 2003 con el paso del huracán Fabián, que causó la muerte de cuatro personas y pérdidas por millones de dólares.

Debido a las estrictas normas de construcción, los edificios de Bermudas están entre los mejor construidos del mundo, según meteorólogos y analistas, lo que ayudaría a mitigar cualquier daño potencial por la tormenta.

El centro de huracanes predijo que las precipitaciones totales podrían alcanzar entre 150 y 220 milímetros sobre Bermudas y que la tormenta podría producir importantes inundaciones en la costa y grandes olas destructivas, especialmente en la costa sur.

Grandes marejadas afectarán también la costa oriental de Estados Unidos durante el lunes, precisó el CNH.

Al este de Igor, la tormenta tropical Julia no representaba una amenaza y se esperaba que se disipara el martes, agregó el centro de huracanes.

En México, durante el fin de semana, los últimos rastros del huracán Karl se disiparon sobre las montañas del centro sur del país luego de dejar al menos ocho muertos, dijeron socorristas.

Karl parecía haber pasado sin producir daños mayores en las operaciones petroleras de México, luego de que atravesó la bahía de Campeche, donde se producen más de dos tercios de la producción nacional, de 2,55 millones de barriles diarios.

El huracán alcanzó la categoría 4 en la escala Saffir-Simpson y pone en peligro la costa este del país.

El huracán “Earl” se fortaleció nuevamente y con vientos de 215 kilómetros por hora se acerca a la costa este de los Estados Unidos, que se encuentra bajo “advertencia ciclónica”, según informó ayer el Centro Nacional de Huracanes (CNH).

A las 00:00 GMT el fenómeno meteorológico había alcanzado la categoría 4 en la escala Saffir-Simpson de un máximo de cinco y se encontraba a 910 kilómetros al sur-sureste de cabo Hateras, Carolina del Norte.

Mantiene un rumbo hacia el norte-noroeste y avanza a razón de 30 kilómetros, lo cual coloca a la parte este de Estados Unidos en el cono de trayectoria del fenómeno meteorológico.

Según la información, los vientos fuertes de “Earl” alcanzarán la costa de Carolina del Norte en la tarde de mañana, mientras los de tormenta tropical lo sentirán desde Virginia hasta Nueva Jersey también en la tarde-noche del jueves.

La llegada de “Earl” provocará marejadas ciclónicas acompañadas de grandes y destructivas olas en las costas afectadas.

Ante la cercanía del huracán al territorio continental de Estados Unidos, las autoridades comenzaron a evacuar a los turistas de algunas islas frente a la costa de Carolina del Norte.

Se encuentran en fase de “advertencia ciclónica” desde la ensenada de Bogue hasta el norte límite entre Carolina del Norte y el estado de Virginia.

También se emitió una “vigilancia de huracán” desde el norte de la frontera entre ambos estado hasta el cabo Henlopen, en el estado de Delaware.

El ojo de la tormenta tropical, con vientos máximos de 75 kilómetros por hora, tocó tierra en la isla Dauphin, en el estado sureño de Alabama, aunque se espera que pierda sus características tropicales en las próximas horas.

De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EE.UU., el vórtice de "Ida" había tocado tierra esta madrugada en la isla, para desplazarse posteriormente a través del interior en dirección este.

Permanece activo un aviso de tormenta tropical (paso del sistema en 24 horas) desde Grand Isle (Luisiana) hacia el este hasta el río Aucilla (Florida), incluidos Nueva Orleans y el lago Pontchartrain.

El centro de la tormenta, que se desplaza por la bahía del Mobile, estaba a las 10.00 GMT de hoy cerca de la latitud 30,3 grados norte y de la longitud 88,0 grados oeste, a 40 kilómetros al sur de Mobile, en el estado de Alabama.

Según las proyecciones del CNH, con sede en Miami, el ojo de "Ida" tocará nuevamente tierra esta mañana y "se degradará en las próximas horas y perderá la características tropicales". Se desplaza a 15 kilómetros por hora hacia el noreste y se espera una reducción en su velocidad de traslación y que mantenga una trayectoria hacia el este. Las autoridades de Florida decretaron ayer el estado de emergencia y ordenaron evacuar algunas zonas del noroeste.

Este es el cuarto huracán de la temporada del Atlántico, que comenzó el 1 de junio y finaliza el próximo 30 de noviembre. Hasta ahora, se formaron nueve tormentas tropicales, y cuatro huracanes, dos de ellos de categoría mayor en la escala de intensidad Saffir-Simpson.

Las fuertes lluvias que caen en Centroamérica desde hace tres días dejaron en ese país 124 muertos, numerosos desaparecidos y obligaron a 7.000 personas a refugiarse en albergues. El Gobierno decretó el estado de emergencia.

Las lluvias torrenciales provocadas por una baja presión sobre el Pacífico y la cola del huracán Ida dejaron este domingo al menos 124 muertos y numerosos desaparecidos en derrumbes, aludes y desbordes de ríos en El Salvador, cuyo presidente decretó el estado de emergencia.

En tanto, tras amenazar la costa de México, Ida comenzó a alejarse de la Península de Yucatán, en el sudeste del país, sin causar víctimas ni daños de consideración y se encamina hacia la costa de Estados Unidos.

El presidente salvadoreño, Mauricio Funes, decretó en la noche del domingo el estado de emergencia en todo el país debido a las lluvias que hasta el momento, aseguró, dejaron 124 personas fallecidas.

"Hoy es un día muy triste para el país y para este gobierno desde que asumiera mi presidencia y uno de los más trágicos de que tengamos memoria. Quiero que mis palabras sean de condolencia para las familias de las 124 víctimas identificadas hasta este momento", dijo Funes en cadena nacional de radio y televisión.

Las lluvias causadas al paso de Ida por la costa de Nicaragua, el jueves, dejaron más de 13.000 damnificados, 930 viviendas sin techo o caídas y 5.591 hectáreas de cultivos dañados, según un balance oficial.

Ida también ha dejado copiosas lluvias en Honduras, aunque no se han reportado víctimas ni daños materiales de importancia. Y en Guatemala, el sistema de baja presión que se abate sobre el Pacífico dañó un centenar de viviendas y dejó al menos 200 evacuados por las inundaciones.