Concierto de Shakira y Juanes atrajo a miles
El mundo se juntó el jueves en Soweto para celebrar el fútbol, la música y la unión en la víspera del primer Mundial que se realiza en Africa, con un concierto en el que participaron Shakira y Juanes, Alicia Keys y los Black Eyed Peas, entre otras estrellas internacionales.
Algunos actos de calentamiento comenzaron horas antes de que el segmento del concierto televisado internacionalmente empezara a las 8 de la noche con un frenesí de banderas, tambores y danzas africanas.
El veterano trompetista sudafricano Hugh Masekela arrancó con ``Grazin' in the Grass'', un éxito internacional de 1968. Rápidamente se le unió una nueva estrella local, Lira, con una versión de ``Pata Pata'' de la desaparecida Miriam Makeba, otro éxito mundial que se originó en esta nación.
Los Black Eyed Peas les siguieron con un hábil popurrí de sus éxitos, y luego le volvió a tocar el turno a Africa, con el dúo de ciegos Amadou & Mariam de Mali.
La colombiana Shakira, con los brazos descubiertos y una falda de estilo africano, interpretó uno de los himnos del Mundial, ``Waka Waka'' (Esto es Africa). Los Tinariwen con turbante añadieron los sonidos de los nómadas del desierto de Mali a la mezcla. La multitud se movía al ritmo de la música de Keys, y bailó la toyi-toyi _la danza de protesta de la época del apartheid_ cuando cantaron los BLK JKS, favoritos locales.
El rockero colombiano Juanes, con una chaqueta multicolor, presentó el sencillo de su nuevo disco ``Yerbatero'' ante los vítores del público. La melodía se publicó el jueves en el sitio http://splash.juanesweb.com/ en coincidencia con el concierto.
Ningún concierto en un estadio lleno de estrellas estaría completo si no suben todos al escenario para un himno final. El del jueves fue la melodía ``Everyday People'', de Sly and the Family Stone, acompañada por fuegos de artificio.
Un eufórico arzobispo Desmond Tutu, vestido con los colores verde y amarillo de la bandera sudafricana, recibió el trato de un astro de rock mientras encabezaba a la multitud para vitorear a Nelson Mandela, de quien se considera logró asegurar que Sudáfrica consiguiera la sede de la Copa del Mundo.
Tutu también dio la bienvenida a los aficionados de todo el planeta que han venido al país africano para presenciar el evento más importante del fútbol mundial.
``Les damos la bienvenida a todos. Africa es la cuna de la humanidad, así que les damos la bienvenida a su casa'', afirmó.
Cerca de un tercio de los 40.000 asientos del estadio Orlando de Soweto fueron bloqueados para montar el escenario y los bastidores. La mayor parte del resto se llenaron, al igual que la pista de baile en el campo.
El concierto celebraba el torneo de un mes que arranca el viernes en el principal estadio de Soccer City, justo a las afueras de Soweto, con un encuentro entre Sudáfrica y México. Los organizadores calificaron tanto el recital como el primer partido como sendos triunfos, tras años de interrogantes sobre si un evento de magnitud mundial podía realizarse en una nación azotada por la pobreza y el crimen y aún desgarrada por el legado del apartheid.
``Esta es una vitrina'', dijo la espectadora Nana Masithela al entrar al Orlando el jueves. ``Nos estamos exhibiendo, estamos diciendo, '!Los negros pueden hacerlo!''
Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, había luchado por traer la Copa del Mundo a Africa. Hizo una breve aparición durante el concierto para hablar de 1GOAL, una campaña para mejorar la educación en las naciones pobres, que Shakira ha apoyado.
El presidente sudafricano Jacob Zuma, quien subió con Blatter al escenario, le agradeció a los sudafricanos por la bienvenida que le han dado a los hinchas del evento y los invitó ``a mostrar su calidez por todo lo que dure el torneo''.
El estadio donde se realizó el concierto fue renovado durante tres años y a un costo de 43 millones de dólares como parte de los preparativos para el Mundial. Sandy Angus, un organizador británico del evento que dijo ha visitado Sudáfrica con regularidad desde la década de 1970, recordó cuando el Orlando no era mucho más que hileras de tribunas y un campo desaliñado. El jueves quedó maravillado con las mejoras no sólo del estadio sino de la ciudad.
``Todo ha cambiado, desde los caminos hasta los aeropuertos y los trenes'', dijo.
Sudafricanos de todas las razas llenaron el Orlando, ostentando los colores amarillo y verde, o envueltos ellos mismos en su bandera. Hinchas del fútbol de otros países también lucieron sus colores.
Momentos antes los músicos celebraron los deportes y las artes como fuerzas unificadoras.
El espectador Tumi Mohafa estuvo de acuerdo con eso. Dijo que la mezcla de razas en este país donde los negros eran antes considerados una raza inferior es una señal de cuán lejos ha llegado Sudáfrica desde que terminó la segregación racial en 1994.
``Somos una nación multicolor'', expresó.
Algunos actos de calentamiento comenzaron horas antes de que el segmento del concierto televisado internacionalmente empezara a las 8 de la noche con un frenesí de banderas, tambores y danzas africanas.
El veterano trompetista sudafricano Hugh Masekela arrancó con ``Grazin' in the Grass'', un éxito internacional de 1968. Rápidamente se le unió una nueva estrella local, Lira, con una versión de ``Pata Pata'' de la desaparecida Miriam Makeba, otro éxito mundial que se originó en esta nación.
Los Black Eyed Peas les siguieron con un hábil popurrí de sus éxitos, y luego le volvió a tocar el turno a Africa, con el dúo de ciegos Amadou & Mariam de Mali.
La colombiana Shakira, con los brazos descubiertos y una falda de estilo africano, interpretó uno de los himnos del Mundial, ``Waka Waka'' (Esto es Africa). Los Tinariwen con turbante añadieron los sonidos de los nómadas del desierto de Mali a la mezcla. La multitud se movía al ritmo de la música de Keys, y bailó la toyi-toyi _la danza de protesta de la época del apartheid_ cuando cantaron los BLK JKS, favoritos locales.
El rockero colombiano Juanes, con una chaqueta multicolor, presentó el sencillo de su nuevo disco ``Yerbatero'' ante los vítores del público. La melodía se publicó el jueves en el sitio http://splash.juanesweb.com/ en coincidencia con el concierto.
Ningún concierto en un estadio lleno de estrellas estaría completo si no suben todos al escenario para un himno final. El del jueves fue la melodía ``Everyday People'', de Sly and the Family Stone, acompañada por fuegos de artificio.
Un eufórico arzobispo Desmond Tutu, vestido con los colores verde y amarillo de la bandera sudafricana, recibió el trato de un astro de rock mientras encabezaba a la multitud para vitorear a Nelson Mandela, de quien se considera logró asegurar que Sudáfrica consiguiera la sede de la Copa del Mundo.
Tutu también dio la bienvenida a los aficionados de todo el planeta que han venido al país africano para presenciar el evento más importante del fútbol mundial.
``Les damos la bienvenida a todos. Africa es la cuna de la humanidad, así que les damos la bienvenida a su casa'', afirmó.
Cerca de un tercio de los 40.000 asientos del estadio Orlando de Soweto fueron bloqueados para montar el escenario y los bastidores. La mayor parte del resto se llenaron, al igual que la pista de baile en el campo.
El concierto celebraba el torneo de un mes que arranca el viernes en el principal estadio de Soccer City, justo a las afueras de Soweto, con un encuentro entre Sudáfrica y México. Los organizadores calificaron tanto el recital como el primer partido como sendos triunfos, tras años de interrogantes sobre si un evento de magnitud mundial podía realizarse en una nación azotada por la pobreza y el crimen y aún desgarrada por el legado del apartheid.
``Esta es una vitrina'', dijo la espectadora Nana Masithela al entrar al Orlando el jueves. ``Nos estamos exhibiendo, estamos diciendo, '!Los negros pueden hacerlo!''
Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, había luchado por traer la Copa del Mundo a Africa. Hizo una breve aparición durante el concierto para hablar de 1GOAL, una campaña para mejorar la educación en las naciones pobres, que Shakira ha apoyado.
El presidente sudafricano Jacob Zuma, quien subió con Blatter al escenario, le agradeció a los sudafricanos por la bienvenida que le han dado a los hinchas del evento y los invitó ``a mostrar su calidez por todo lo que dure el torneo''.
El estadio donde se realizó el concierto fue renovado durante tres años y a un costo de 43 millones de dólares como parte de los preparativos para el Mundial. Sandy Angus, un organizador británico del evento que dijo ha visitado Sudáfrica con regularidad desde la década de 1970, recordó cuando el Orlando no era mucho más que hileras de tribunas y un campo desaliñado. El jueves quedó maravillado con las mejoras no sólo del estadio sino de la ciudad.
``Todo ha cambiado, desde los caminos hasta los aeropuertos y los trenes'', dijo.
Sudafricanos de todas las razas llenaron el Orlando, ostentando los colores amarillo y verde, o envueltos ellos mismos en su bandera. Hinchas del fútbol de otros países también lucieron sus colores.
Momentos antes los músicos celebraron los deportes y las artes como fuerzas unificadoras.
El espectador Tumi Mohafa estuvo de acuerdo con eso. Dijo que la mezcla de razas en este país donde los negros eran antes considerados una raza inferior es una señal de cuán lejos ha llegado Sudáfrica desde que terminó la segregación racial en 1994.
``Somos una nación multicolor'', expresó.