KARACHI, Pakistán.-Una ola de calor en Karachi ha matado a más de 400 personas, dijeron las autoridades de esta ciudad portuaria del sur de Pakistán donde las morgues no daban abasto y los hospitales intentaban ayudar a los que se aferraban a la vida.

La ola con temperaturas de hasta 45 grados Celsius (113 Fahrenheit) se abatió el fin de semana sobre Karachi, afectada también por prolongados cortes de electricidad en el medio del Ramadán, el mes santo durante el cual los musulmanes se abstienen de consumir alimentos y agua durante el día.

Los cortes de electricidad afectaron el suministro de agua, que era adquirida por los pudientes a camiones cisterna. Algunos hombres se refrescaban en un caño de agua roto.

La mayoría de los muertos son ancianos, dijo Seemi Jamali, vocera del Hospital Jinnah. Cientos recibían tratamiento por fiebre, deshidratación y dolencias estomacales, añadió. Las morgues no daban abasto, y la televisión local mostrí cuerpos apilados en cámaras frigoríficas.

El ministro Qaim Ali Shah ordenó el cierre de escuelas y oficinas públicas hasta que pase la ola de calor.

El meteorólogo Abdur Rauf dijo que era la ola de calor más grave de los últimos diez años, y añadió que las lluvias del monzón en los próximos días llevarán alivio a la región.

© 2015, La Prensa Asociada

Hombres armados mataron a 43 personas el miércoles en un autobús, en un atentado contra una minoría chiíta en Pakistán, según la policía.

Al menos seis hombres armados abrieron fuego contra un autobús que transportaba musulmanes de la comunidad ismaelí en Karachi, la principal ciudad del sur. Más de 12 personas resultaron heridas

Más de 12 personas resultaron heridas en el ataque contra un autobús en la ciudad sureña de Karachi, indicó el jefe de la policía provincial, Ghulam Haider Yamali. Entre los muertos había 16 mujeres, añadió.

El autobús iba camino de un centro comunitario de la confesión musulmana chiíta ismaelí cuando seis hombres armados abordaron el vehículo y abrieron fuego contra los pasajeros. Después huyeron en tres motocicletas, señaló el responsable policial.

Nadie reclamó la autoría del ataque. Los talibanes y otros grupos sunitas extremistas, que ven a los chiítas como apóstatas, tienen desde hace tiempo presencia en Karachi, y han atacado a chiítas en el pasado.

Los chiítas ismaelíes son una diminuta minoría en Pakistán, de mayoría sunita.

"Eran personas inocentes", dijo el ministro jefe de la provincia de Sindh, Qaim Ali Shah. "Nos sentimos muy apenados por este abominable acto".