Los famosos jeans levantacola colombianos En busca de descubrir el misterio qué hay detrás
En busca del misterio de los famosos jeans levantacola colombianos
Hay unas prendas que viajan por el mundo con el apodo de ‘jeans colombianos' y mercados como los de México y Estados Unidos han sucumbido a su desafiante promesa: la de regalarle más redondez a la cola femenina. Fuimos a Colombiamoda a descubrir qué hay detrás.
En el mundo competido de los jeans, hay unos peculiares que viajan por el mundo con el apodo de ‘jeans colombianos’. Su nombre no solo denota el país en donde son fabricados sino que bautiza una horma que hace una atrevida promesa: levantan la cola. Así es, esos conocidos jeans colombianos vienen por décadas conquistando mercados tan disímiles como México, Estados Unidos, España, Chile y Canadá con la fama de lograr poner (¿milagrosamente?) más redondez y carne en esa deseada y observada parte del cuerpo femenino.
¿Cómo logran este anhelado propósito? Estar en la feria de moda Colombiamoda parecía ser el mejor contexto para resolver esta duda.
Durante décadas esa obsesión por las curvas, que ha llevado a Colombia a ser el país de la cirugías estéticas y el lugar de “sin tetas no hay paraíso”, hizo también que la moda se volcara a atender esa demanda de exuberancia que a su vez la llevó a popularizar unos jeans con unas características muy especiales:
Primero, le quitó los bolsillos, para no distraer la mirada.
Los jeans colombianos suelen no tener bolsillos traseros.
Segundo cambió la moldería creando una serie de pinzas en la parte de la pretina que recogen la tela y crean naturalmente un volumen.
Los jeans levantacola tienen una pinza en la parte inferior de la pretina para crear más volúmen.
Luego creó unas costuras superiores en forma de corazón como para contener los glúteos. Incluso, hace unos años, un resorte era incrustado en la parte inferior para que hiciera un efecto de empujar los músculos hacia arriba. Hoy esos resortes ya están incluidos en la forma misma de la tela y no son visibles, una tecnología que incluso grandes marcas han empezado a implantar.
Estos jeans también tienen una costura en forma de corazón para acentuar la cola.
“Pero no son solo las pinzas”, explica una de las representantes de las múltiples marcas que han asistido con sus catálogos a la feria de Colombiamoda, “en realidad están diseñados para ser moldeadores, es decir para ajustar los gorditos del abdomen bajo y contener la cadera”.
No es difícil comprobarlo, basta con probárselos para notar una sensación de ajuste, como de contención. “Hay unos que puedes comprar incluso dos tallas menos para lograr un mayor efecto”, replica otra de las representantes sin dar si quiera pie a pensar que quizás no se necesite tanta parafernalia para sentirse cómoda con unos jeans.
Los jeans tienen además unos sistemas de ajuste para "domar" los gorditos.
“Todo empezó como un mercado muy local, al punto que en Medellín nadie los conoce nunca más como levantacola, simplemente porque todos los jeans que se consiguen en la ciudad son así”, cuenta Yaneth Vega, directora de mercadeo de la marca Trucco’s jeans (así con apóstrofe, como lo hacen muchas marcas locales para, quizás, parecer más internacionales). “Sin embargo, ante la tremenda demanda que empezamos a ver a través de nuestra página web de tiendas de todo el mundo, nos dimos cuenta de que teníamos que empezar a exportar”.
Que ese invento particular de los colombianos de hacer que todo un jean trabajara en pro de unas nalgas saliera al mundo tuvo, sin embargo, efectos insospechados.
En Colombia, estos pantalones son más bien de carácter popular y suelen demarcar los gustos propios de unas ciertas clases sociales, tan delimitadas y estrechas en este país. De hecho, reconocidas críticas de moda los han usado como emblema de mal gusto y han bautizado a las mujeres que los llevan las 'sin bol', abreviatura de sin bolsillo, como un estigma de clase.
El jean se ha convertido en una de las prendas de mayor exportación en Colombia
Por el contrario, en lugares como México y España llegaron a convertirse en objetos finos y caros no solo porque eran escasos, sino porque no había más remedio que importarlos de Colombia y mientras allí se encontraban entre 10 y 30 dólares en el exterior podrían duplicar su precio.
“La marquilla de ‘Jean colombiano’ con el que se empezó a exportar este tipo de modelos se convirtió en una comprobación de calidad y de efectividad en el mundo. La gente solo quiere los hechos aquí”, cuenta, por su parte, Jose Cogollo, director de mercadeo de Faria Jeans que tiene su mayor mercado en España y que produce todas las prendas con insumos y mano de obra colombiana.
A nadie sorprende realmente que estos jeans hayan trascendido fronteras, pues aunque el mundo haya durante décadas relacionado a las colombianas y a las latinas en general con ese deseo de resaltar el cuerpo, parece que esos son valores que con figuras como Kim Kardashian están más expandidos en la cultura popular, y sin duda muchas mujeres no solo latinas estáns dispuestas a darle una ayudadita a su cola con unos jeans.