En Medellín,Colombia esta la otra cuna del reguetón aparte de Puerto Rico
Al contrario de los años 1980 y 1990, cuando la violencia desatada por el abatido narcotraficante Pablo Escobar mantenía a la gente “acuartelada”, Medellín tiene una creciente vida nocturna y una mayor demanda por ritmos bailables.
“No es un secreto para nadie lo que pasa en esta ciudad, reguetonera al 100%“, dice a la AFP Reykon, el colombiano que se dispone a grabar su segundo video con el puertorriqueño Daddy Yankee, el “Rey del Reguetón”.
Con emisoras transmitiendo 24 horas este ritmo, mezcla de reggae jamaiquino con hip hop y rap, discotecas ávidas de espectáculos y un fuerte apoyo de los “paisas”, como se conoce a los habitantes de Medellín, ha potenciado la industria del reguetón en esta ciudad de 3,5 millones de habitantes.
“En Medellín es donde está la jerga que utilizamos. Allá voy al barrio donde nací y crecí y es lo que saco en las canciones”, agrega Reykon.
Como él, otros “paisas” como Balvin, con 12 nominaciones a los premios Latin Billboard 2015, y Maluma, cuyas canciones en YouTube alcanzan las casi 70 millones de reproducciones, saltaron a la fama.
“Cuando estaba empezando, los colegas escuchaban mi música, las discotecas donde me presenté se llenaban. Medellín ha sido un trampolín”, asegura Maluma.
El reguetón gusta en la misma ciudad que dio origen al punk colombiano en 1980, donde también se rinde culto al tango y proliferan los bares de salsa.
Según Carlos Mira, director de la emisora La Mega, influye la proximidad del artista. “Llevamos a los artistas a visitar barrios. La gente tiene cercanía con ellos, lo que no se hace en otras emisoras”, comenta.
“El negocio, socio”
Como diría J. Balvin, en el reguetón está “el negocio, socio”. Por un concierto, un cantante “de nivel medio” puede cobrar hasta 10 millones de pesos (unos 3.700 dólares), revela Mira.Uno “de gama media alta” ya se embolsa 30 millones (unos 11.000 dólares), mientras que los más conocidos se acercan a los 100 millones (cerca de 37.000 dólares).
“El medio es exigente, el artista debe estar a la altura de los más reconocidos. Pero cuando logra posicionarse, es muy rentable”, afirma una fuente de una productora que prefiere no dar su nombre.
Los estudios ofrecen “combos” de grabación, publicidad, asesoría de imagen, grabación de videos musicales y hasta promoción en redes sociales, así como la colaboración de grandes productores, entre ellos, puertorriqueños instalados en Medellín.
Así, la industria florece en Medellín, donde hay unas 46 empresas de grabación de sonido y edición de música, según la Cámara de Comercio regional.
“Desde que el género urbano empezó a tener tanta fuerza en la ciudad, se creó la necesidad de tener estudios. No era factible estar viajando a Puerto Rico, que además exige visa americana”, asegura la fuente de la productora.
No sólo colombianos
Incluso reguetoneros de Puerto Rico eligen Medellín.Nicky Jam, disco de platino en España y número uno en Latinoamérica en 2014, se mudó a Medellín tras darse cuenta de que “algunos artistas estaban pegando desde allí”, como dijo en una reciente entrevista para la revista colombiana Elenco.
El objetivo es el mercado latino.
“En Estados Unidos es muy difícil pegar. En mi caso, trabajaría lo que es Chile, Colombia, Perú, Panamá, República Dominicana, Venezuela… y después de haber recuperado la inversión, Estados Unidos”, asevera convencido Kenai ‘La Voz’, un puertorriqueño de 28 años que cambió Miami por Medellín para firmar con Kapital Music.
Esa disquera también es la casa del reguetonero colombiano Kevin Roldán, quien animó hace unas semanas la fiesta de cumpleaños del delantero del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, en España.
“Los grandes del género trabajan desde Puerto Rico pero muchos vienen a promocionar la música acá (en Medellín). Es un poco más conveniente en cuestión de eventos, de hacerse conocer”, agrega ‘La Voz’.