Por Gisela Orozco.-Implecablemente vestido de blanco, acompanado de los mismos músicos que han estado junto a él desde el inicio de su carrera, como él mismo confesó en la velada, Roberto Carlos, "el rey de la canción romántica", actuó el sábado 22 de mayo en el Rosemont Theatre con lleno total.

El brasileño está de gira celebrando cinco décadas de cantarle al amor y a la pasión con su voz suave y melancólica.

Esa noche, la bandera "verde amarela" de Brasil y el suave sonido del idioma portugués ayudaron a darle al concierto un toque más íntimo, romántico, para disfrutar y dejarse llevar por la melodiosa voz del intérprete.

"Qué gusto, qué placer verlos. Gracias por su amor y cosas buenas", dijo el intérprete como en un susurro para cantar "¿Qué será de ti?, seguida de "Cama y mesa" y "Detalles".

"Esta canción se me hace difícil cantarla, pero quiero cantarla siempre", expresó antes de entonar "Lady Laura", el tema dedicado a su madre, Laura Moreira Braga, fallecida el pasado 17 de abril.

El cantante no pudo evitar llorar todavía esa pérdida, pues cuando las luces se apagaron por unos momentos tras su interpretación, se podía ver entre sombras que secaba sus lágrimas.

Los recuerdos estuvieron a la orden, como cuando compartió que siempre había escrito canciones al amor romántico, pocas del amor más atrevido y sensual.

Un día, dijo, se atrevió y escribió "Yo te propongo" y al cantarla, el aplauso fue suyo esa noche.

Recordaría luego que tras ese "primer paso y primer aplauso" recibido por ese tema, dio el segundo paso y escribió "Cóncavo y convexo".

Vinieron las memorias de cuando ganó en el Festival San Remo en Italia "en un año que no me aucerdo y tampoco ustedes", dijo juguetón, con una canción que no era favorita.

Contó que cuando volvió a participar en el festival, iba tranquilo, con una gran canción y no ganó nada.

"Es una canción que fue un éxito y que muchas veces tuve ganas de hacer la traducción al portugúes, pero no iba bien la letra. Yo nunca he visto un gato azul y mucho menos en el cielo", dijo sincero antes de entonar "El gato azul".

Admirador del argentino Carlos Gardel, cantó "El día que me quieras", aunque dijo, nadie podía superar la interpretación del argentino.

La noche romántica seguía con "Si el amor se va", Las distancia", "Amigo" y "Jesucristo".

Predicando con lo que dice su canción "Amante a la antigua", regaló flores, rosas blancas y rojas lo que despertó pasiones pues dos fanáticas burlaron la seguridad y subieron al escenario para abrazar al cantante (para ser "groupie" no hay edad).

Roberto Carlos concluyó con "Amada, amante", y "Un millón de amigos". Y la verde amarela" ondeó hasta el final. Y sin exagerar, hay que decir que intérpretes como Roberto Carlos que le cantan al amor sin caer en lo vulgar y que logran despertar sentimientos sinceros, ya no se dan.