En Los Ángeles venden como alternativa helados de marihuana para pacientes
Un nuevo dispensario de marihuana de la localidad de Soquel (condado de Santa Cruz, California) ofrece a sus clientes helados con sabor a marihuana como alternativa al tabaco, según informaron hoy medios locales.
En el establecimiento, llamado Crème De Cana, triunfan los sabores llamados Banannabis Foster, Straw-Mari Cheesecake y Triple Chocolate Brownie, según Jonathan Klodinski, el propietario del local, que se inauguró la semana pasada.
Klodinski asegura que ofrece este tipo de helados como una sana alternativa a los pacientes reacios a fumar la marihuana que se vende en los locales bajo receta médica.
“Todo el mundo que lo ha probado dice que le ha encantado. Mucha gente vuelve para repetir y tomar helado incluso por tercera y cuarta vez“, comentó Klodinski al portal del canal NBC.
Los helados se venden a 15 dólares. Según el propietario en cada bola se concentran entre dos y cuatro dosis de cannabis, lo que significa que ingerir una supone una cantidad similar a fumar ocho cigarrillos de marihuana.
Klodisnki sostuvo que su objetivo primordial es ayudar a los pacientes y que desea evitar polémicas.
“Etiquetamos de forma explícita todos nuestros productos con una hoja de marihuana que dice que debe estar fuera del alcance de los niños. Hemos sido muy cuidadosos con eso”, apuntó Klodinski, quien especificó que él mismo tiene una hija y que procede de una familia “muy conservadora”.
Además los pacientes con receta no pueden tomar los helados de marihuana dentro del establecimiento.
La ciudad de Santa Cruz ha prohibido la apertura de nuevos dispensarios de marihuana, pero el condado no tiene leyes al respecto que impida abrirlas.
Alrededor de 550 dispensarios de marihuana para uso médico en Los Ángeles cerraron sus puertas en junio. En enero el ayuntamiento aprobó una orden para restringir la proliferación de estos establecimientos.
Con la medida se prevé que la cifra de dispensarios de cannabis se reduzca a unos 150 en toda la ciudad.
La orden, que comenzó a discutirse hace más de cuatro años, recibió el visto bueno del consejo municipal con la mayoría de los votos y ante las protestas de los defensores de los puntos de venta de cannabis, algo legal en California desde 1996 siempre que la droga se comercialice bajo receta médica.