Super Bowl 50 está por volverse el evento deportivo más costoso en la historia de Estados Unidos.

Los boletos para el partido entre los Broncos de Denver y las Panteras de Carolina se venden en promedio en 5.178 dólares, según el sitio de búsqueda de boletos SeatGeek.

El precio es mayor al precio promedio por boleto de 4.672 dólares para la pelea de Mayweather y Pacquiao que se llevó a cabo en mayo, mismo que hasta ahora ha sido el boleto para un evento deportivo más caro de la historia. También supera al precio promedio por boleto de 4.271 dólares para el Super Bowl del año pasado, con el que se impuso un récord en este deporte.

Es la primera vez en 31 años que el Super Bowl se lleva a cabo en Silicon Valley y los habitantes acaudalados de la zona indudablemente ayudan a que suba el precio de los boletos.

Los boletos más caros que se han vendido para el partido del domingo fueron un par de asientos cerca de la línea de medio campo y se vendieron a un habitante de San José por 20.500 dólares.

El partido se llevará a cabo en Santa Clara, California, que está muy cerca de San José. La mayoría de los compradores de boletos de algunos Super Bowls son aficionados de otros estados. Sin embargo, según TiqIQ, este año la tercera parte de los boletos se ha vendido a habitantes de California, mientras que los habitantes de Colorado han comprado el 28% y los aficionados de Carolina del Norte han comprado el 16%.

El precio de los boletos suele caer en los días previos al partido porque los vendedores tratan de asegurarse de deshacerse de todo su inventario antes del partido, como ha ocurrido esta semana. Los boletos que se vendieron el martes 2 de febrero, por ejemplo, rondaron la "módica" cantidad de 3.800 dólares, según SeatGeek. De todas formas no son baratos. El boleto más barato disponible cuesta 3.080 dólares y es para un asiento en la grada superior.

El valor nominal de los boletos para el Super Bowl de este año va de los 850 a los 1.800 dólares, aunque el precio de los palcos con servicios adicionales puede alcanzar los 3.000 dólares. La NFL también ofreció mil asientos a 500 dólares a través de una lotería para aficionados.

La gran fiesta deportiva del año en Estados Unidos, la disputa de la Super Bowl, ya tiene a un nuevo y sorpresivo campeón, los Saints de Nueva Orleans, que han convertido las calles de su ciudad en una expresión multitudinaria de alegría y celebración después que ganasen 31-17 a los Colts de Indianápolis.

Si el juego de los Saints, que lograron en el Sun Life Stadium, de Miami, su primer título de Super Bowl de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), gustó y generó felicidad, los anunciantes que salieron por la televisión durante la trasmisión que ofreció la cadena nacional CBS, hicieron lo propio con los espectadores.

Después de varios años de "frustración" ante la poca calidad, originalidad y sobre todo sentido del humor en los anuncios que se crearon para el gran día de la Super Bowl, en 2010 se recuperaron las carencias anteriores para deleite y satisfacción de un mercado de 100 millones de telespectadores.

De ahí, todo el acierto de los programadores de la CBS cuando decidieron comenzar el despliegue de los anuncios con un contenido divertido y gracioso que correspondieron a las compañías de Anheuser-Busch y Coca-Cola.

Los expertos en publicidad han reconocido que el tono festivo, desenfadado y natural es la mejor manera de comunicarle al público en general el mensaje que desea trasmitir cada compañía con su producto.

El cambio de política y orientación representó un giro completo respecto al año pasado, cuando algunos anuncios tomaron un acento más sombrío que el ya de por sí ofrecía el panorama económico de la nación, al borde de entrar en una profunda recesión.

Aunque, como es lógico, no todos los anuncios que se emitieron durante la Super Bowl tuvieron un contenido humorístico. El fabricante de vehículos Toyota emitió varios 'spots' antes y después del partido para devolver la confianza a los preocupados propietarios después de solicitar la devolución de varios modelos debido a defectos en el acelerador.

Los directivos de la multinacional japonesa confían en atraer de nuevo la confianza del mercado estadounidense una vez superados los problemas y nada mejor que comenzar a ganar terreno durante la disputa de la Super Bowl.

También un anuncio del grupo cristiano 'Focus on the Family', quizá el anuncio más controvertido previo al duelo deportivo, aludió a un tema más serio, como es el aborto. Aunque también remató con una situación graciosa: el ganador del Trofeo Heisman, el mariscal de campo de los Gators de Florida, Tim Tebow, y su madre hablan sobre lo difícil que fue su embarazo cuando lo esperaba a él.

La alusión es un mensaje antiaborto, ya que le habían aconsejado que tuviera un aborto por razones médicas; pero el anuncio termina con Tebow derribando a su mamá y diciendo que la familia debe ser "fuerte".

Las primeras valoraciones de los expertos coinciden en destacar que a diferencia de lo que había sucedido en los últimos cinco partidos de la Super Bowl, que decepcionaron, en términos de efectividad de los anuncios para conectarlos con los productos, este año había sido muy diferente.

Las empresas, a las que les toca pagar entre 2,5 y 3,5 millones de dólares por cada comercial de 30 segundos, se sienten satisfechas con cómo se comunicó las cualidades de su producto.

Los expertos en mercadotecnia dicen que los anuncios funcionan mejor cuando se concentran en el producto al tiempo que entretienen. Y eso fue lo que consiguieron durante la disputa del partido entre los Saints y los Colts.

Algunos de los anuncios que mejor expresaron esa filosofía fue el que presentó el fabricante de neumáticos Bridgestone, que mostraba a hombres cargando una ballena en la parte posterior de su camioneta. Mientras que la marca Dove, de productos de belleza, lanzó la nueva línea que ha desarrollado para el cuidado de la piel de los hombres.

Los especialistas colocaron a ambos entre los ganadores, porque lograron entretener mientras le explicaban a los espectadores las bondades y ventajas de sus respectivos productos.

Si en el terreno de juego los Saints con su triunfo llevaron la felicidad a toda la ciudad de Nueva Orleans, los especialistas en publicidad, con su trabajo para desarrollar los anuncios que hicieron su estreno en la cuadragésima cuarta edición de la Super Bowl dejaron la sonrisa entre los 100 millones de personas que siguieron el partido por televisión.