Rusia investiga descarrilamiento como acto un terrorista
Una bomba de fabricación casera colocada en la vía de un tren de alta velocidad entre Moscú y San Petersburgo ocasionó un descarrilamiento que causó por lo menos 26 muertos e hirió a varias decenas más, dijeron el sábado las autoridades rusas al iniciar una investigación sobre un atentado terrorista.
El jefe del servicio federal de Seguridad, Alexander Borotnikov, dijo que el artefacto equivalió a 7 kilos (15,4 libras) de TNT, lo que descarriló el tren expreso el viernes por la noche. Los restos del artefacto fueron encontrados en el lugar del descarrilamiento, agregó Borotnikov.
"No hay duda alguna, fue un ataque terrorista", dijo Vladimir Markin, vocero de la fiscalía federal, según la agencia noticiosa Interfax. Además, declaró a la agencia ITAR-Tass que el cráter causado por la bomba tenía una profundidad de 1,5 metros (5 pies).
El descarrilamiento del tren de lujo, popular entre los funcionarios gubernamentales y ejecutivos empresariales, fue el peor atentado terrorista en Rusia en muchos años fuera de la zona del norte del Cáucaso.
La fuerza del descarrilamiento dañó varios coches en una remota zona rural, atrapando durante hora a varios de los heridos y esparciendo equipajes y trozos de metal a lo largo de la vía. Al caer la noche del sábado, las autoridades dijeron que 18 personas siguen desaparecidas.
Un segundo artefacto explosivo detonó parcialmente el sábado durante las labores de limpieza cerca del lugar del desastre, según el director de los Ferrocarriles Rusos, Vladimir Yakunin.
Los últimos tres coches de los 14 que integraban el tren expreso, que corre a velocidades de casi 200 kilómetros por hora (130 mph), se salieron de los rieles, dijeron las autoridades. El accidente ocurrió cerca de la delimitación entre las provincias de Novgorod y Tver, a unos 400 kilómetros (250 millas) al noroeste de Moscú y a 250 kilómetros (150 millas) al sudeste de San Petersburgo.
El Expreso Nevsky transportaba a 633 pasajeros y 20 tripulantes el viernes entre Moscú y San Petersburgo cuando descarriló por la noche.
La ministra de Salud Tatyana Golikova dijo que por lo menos 26 personas murieron, 18 desaparecieron y casi 100 resultaron heridas y hospitalizadas. La oficina de la fiscalía indicó por su parte que los muertos son 30, y otras 60 personas están hospitalizadas.
Los hubo reclamos creíbles de responsabilidad por la comisión del atentado.
El presidente Dmitry Medvedev hizo un llamado a la calma el sábado diciendo que "no queremos que predomine el caos, ya que la situación es suficientemente tensa".