Preso que pasó la mayor parte de su vida en la cárcel, falleció a los 94 años
Viva Leroy Nash, el preso más viejo del corredor de la muerte de EE.UU. y quien pasó la mayor parte de su vida en la cárcel, falleció a los 94 años en la prisión de Florence, en Arizona, informó hoy el Sistema Penitenciario de este estado.
El preso falleció a última hora del viernes, aparentemente por causas naturales, informó hoy la cadena local KOLD News 13, una filial de CBS en su edición digital. Nash, quien había estado encarcelado casi continuamente desde que tenía 15 años, era sordo, casi ciego, sufría un desorden mental y demencia y apenas se podía mover, según su abogado, Thomas Phalen.
El preso nació el 10 de septiembre de 1915 y tenía un historial delictivo desde 1930, según medios de comunicación estadounidenses. De acuerdo con su abogado, Nash creció en Utah y estuvo en una prisión de Leavenworth (Kansas) en 1930 por un robo a mano armada, indica la cadena local de Arizona ABC15 en su página web.
Estuvo durante 25 años en prisión por haber disparado a un agente de Policía de Connecticut en 1947 y en 1977 fue condenado a dos sentencias de cadena perpetua por un robo y un asesinato en Salt Lake City, aunque en octubre de 1982 huyó de la prisión de Utah.
Tres semanas después, Nash entró en una tienda en Phoenix y exigió aun empleado, Greggory West, que le entregar dinero. Disparó tres veces contra West, quien murió, mientras que otro empleado estaba en la línea de fuego pero no fue alcanzado por las balas, de acuerdo con el departamento penitenciario de Arizona.
Nash salió corriendo de la tienda, pero un propietario de otro establecimiento cercano le apuntó con una pistola. A continuación se desató una pelea entre ambos hasta que agentes de la policía llegaron al lugar y le detuvieron.
Fue condenado por los cargos de asesinato de primer grado, robo agravado a mano armada y robo, y fue sentenciado a pena de muerte en 1983. El Tribunal Supremo de Arizona ratificó la sentencia en 1985 y Nash registró a continuación varios recursos ante cortes federales y estatales, aunque sin tener éxito en su larga lucha legal ante las diferentes cortes del país.