Un antibiótico puede afectar temporalmente el estómago,su uso repetido puede tener efectos más largos.
Un antibiótico puede afectar temporalmente el estómago, pero resulta ser que su uso repetido puede tener efectos más largos, alterando esos microorganismos benéficos que viven en el sistema digestivo.
Nadie sabe si eso lleva a problemas de salud más tarde. Pero el descubrimiento es el más reciente de una serie de estudios que generan interrogantes sobre cómo se forma el zoológico bacterial especializado que vive en nuestro sistema gastrointestinal, y si la cantidad o el tipo equivocado de microbios tienen un papel en problemas de salud que van desde la obesidad a la enfermedad inflamatoria intestinal y el asma.
En el estudio, tres adultos saludables colectaron muestras de sus heces durante semanas para que los científicos pudiesen determinar exactamente cómo dos rondas de un antibiótico moderado causaron un sorpresivo cambio poblacional en sus comunidades de microorganismos, con algunas familias de gérmenes desplomándose y otras aumentando para llenar el vacío.
Los seres humanos convivimos con billones de bacterias, hongos y otros microbios en la piel, la nariz, el tracto digestivo; lo que los científicos llaman el bioma humano. Muchos son benéficos, incluso indispensables, especialmente las bacterias intestinales que desempeñan un papel vital en la salud.
“Las comunidades intestinales tienen una importancia fundamental en el desarrollo de nuestro sistema inmunológico“, explicó el doctor David Relman, de la Universidad de Stanford, quien encabezó el estudio de antibióticos publicado el lunes en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. “No debemos darlos por sentados”.
Ahora, Relman planea estudiar si el tomar antibióticos durante los dos primeros años de vida, cuando se forma en los infantes lo que posteriormente será su fauna bacterial de características únicas, predisponen a los niños a padecer enfermedades inmunológicas más adelante en sus vidas.
Se sabe ya que los antibióticos deben ser empleados con cautela, porque pueden hacer que bacterias nocivas desarrollen resistencia a los fármacos. El nuevo estudio crea diferentes interrogantes sobre sus efectos en las bacterias beneficiosas y, si las anormalidades en esos microbios realmente están vinculadas a problemas de salud, cómo comienzan esos cambios.
“Deberíamos prestarle más atención a esto”, dijo el doctor Martin Blaser, especialista en microbios en el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, quien no estuvo involucrado en el estudio de Relman, pero planea hacer su propia investigación con niños. “Lo que está claro es que el uso de antibióticos no es gratis, en el sentido biológico”, sino que deja huella.
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