Egipto admite que se le hicieron controles de virginidad a detenidas

Un informe de la CNN revela que las autoridades practicaron los chequeos a mujeres demoradas durante una manifestación posterior a la caída de Mubarak. Es la primera vez que una fuente militar lo confirma.

Las primeras acusaciones surgieron de un informe de Amnistía Internacional, publicado unas semanas después de la manifestación del 9 de marzo: las mujeres manifestantes fueron golpeadas, les aplicaron descargas eléctricas, las desnudaron. Fueron amenazadas con cargos de prostitución y obligadas a someterse a controles de virginidad.

En aquella ocasión, el mayor Amr Imam confirmó que hubo 17 mujeres detenidas, pero negó las denuncias acerca de tortura o pruebas de virginidad.

Sin embargo, un general de alto rango que pidió absoluta reserva de identidad, confirmó a la CNN que las pruebas de virginidad realmente existieron. Más aún, defendió la práctica.

"Las niñas que fueron detenidas no eran como su hija o la mía", dijo el general. "Estas fueron manifestantes que habían acampado con hombres en las tiendas de campaña de Plaza Tahrir, en las cuales se hallaron cócteles Molotov y drogas".

En cuanto al por qué de los controles, el general dijo que se practican "para que las mujeres no argumenten luego que habían sido violadas por autoridades egipcias".

Dicha manifestación ocurrió un mes después de la renuncia de Hosni Mubarak, cuando las autoridades militares tomaron el control del poder en Egipto.

El general dijo que las 149 personas detenidas después del 9 de marzo en la protesta fueron posteriormente juzgadas por tribunales militares, y la mayoría han sido condenadas a un año de prisión.

Posteriormente, las autoridades revocaron las sentencias "cuando descubrimos que algunos de los detenidos tenían títulos universitarios, así que decidimos darles una segunda oportunidad", dijo. Y reiteró que el consejo militar estaba decidido a hacer la transición democrática en Egipto un éxito.

Sin embargo, una de las manifestantes detenidas afirmó: "Ellos querían enseñarnos una lección. Querían hacernos sentir que no tenemos dignidad."