En Brasil empleados públicos amenazaron con una huelga en Río de Janeiro, lo que pondría en peligro la celebración del carnaval más famoso del mundo.
SALVADOR, Brasil (AP) -- Alrededor de 300 policías en huelga y sus familiares se negaron el martes a abandonar un edificio legislativo estatal en la tercera mayor ciudad de Brasil, que han ocupado durante una semana, mientras soldados bloqueaban los alrededores.
Entretanto, líderes de los empleados públicos amenazaron con una huelga en Río de Janeiro, lo que pondría en peligro la celebración del carnaval más famoso del mundo.
Unos 1.000 soldados y agentes federales han rodeado el inmueble en Salvador, una ciudad de 2,7 millones de habitantes que será sede de partidos en la Copa del Mundo de 2014.
Las autoridades exigen que los policías armados pongan fin a su huelga.
Los agentes exigen un alza salarial. El gobierno estatal señala que no puede costear sus exigencias.
Las negociaciones no consiguieron poner fin al paro en Salvador y las autoridades en Río de Janeiro se preparaban también para el descontento policial allí.
Las autoridades instalaron cercas protectoras y desplegaron policías antimotines alrededor de la legislatura estatal de Río, en momentos en que los legisladores se aprestaban a votar sobre un incremento de 39% para policías, bomberos y guardias penales, cuerpos que amenazan con comenzar una huelga el viernes.
El aumento incrementaría el salario inicial de un policía a 964 dólares por mes.
Policías, bomberos y otros planeaban reunirse el jueves para decidir si inician la huelga, una acción que pudiera obstaculizar el Carnaval de Río, que atrae a más de 800.000 turistas y permite el ingreso de más de 500 millones de dólares a la economía municipal.
El descontento policial es amplio en Brasil. Muchos agentes se quejan de baja paga y condiciones peligrosas en un país que registró casi 50.000 homicidios en 2010.
En Salvador, el indice de homicidios se elevó al doble en los primeros días de la huelga, pero desde el domingo, cuando 2.000 efectivos federales comenzaron a patrullar las calles de la ciudad, la violencia ha disminuido.
Ha habido unos 100 homicidios desde el martes pasado, cuando comenzó la huelga.
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Barchfield reportó desde Salvador y Barbassa desde Río de Janeiro. El periodista de The Associated Press Bradley Brooks en Sao Paulo contribuyó a este despacho.
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