Después de la resaca que nos dejó la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, es la ciudad neoyorquina la que toma el relevo con una de la semanas de la moda más importantes a nivel internacional.
Ocho días repletos de desfiles y con un calendario de lo más frenético en el que desfilarán los grandes de la moda como Carolina Herrera, Marc Jacobs, Ralph Lauren... así como jóvenes talentos latinoamericanos como la uruguaya Gabriela Perezutti dispuestos a presentar en sociedad sus colecciones pret-à-porter, para el próximo invierno.
El diseñador francés Max Azria dio el pistoletazo de salida a una nueva edición de la MBFW New York con una colección inspirada en el movimiento artístico alemán de la Bauhaus. Predominio de estructuras lineales y geométricas, con una paleta cromática de colores lisos y vivos y juego de texturas y tejidos.
La firma Donna Karan subió a la pasarela una de sus colecciones más urbanas con el famoso taxi amarillo de fondo. Prendas equilibradas como trajes, vestidos de líneas rectas, faldas en tonos negros y grises, aunque también se vio pinceladas de color en fucsia o azul, estampados florales o print animal. Aunque las cazadoras de cuero son una prenda estrella para DKNY, en esta ocasión también se apostó por las faldas y maxi cinturones que sirven para ceñir los abrigos de pelo.
La sensualidad y las curvas llegaron con las propuestas de Max Azria para presentar su colección Hervé Léger del próximo otoño e invierno en la que se vistió a la mujer más sexy que nunca envuelta en prendas seductoras y con accesorios inspirados en el mundo ecuestre que realzaban aun más la silueta femenina.
Transgresión y mezcla de colores y estampados sobre la pasarela neoyorquina con Custo Dalmau. El diseñador catalán, fiel a su cita con la moda en la ciudad de los rascacielos, presentó una colección más experimental basada en la fusión de los materiales, colores y grafismos. Juego de volúmenes y mucho color como de costumbre.
Mucho más deportiva se presentó la firma Lacoste que tampoco falla en la Semana de la Moda de Nueva York, quien se inspiró en la estética del esquí alpino de los años 60. Su colección para el próximo invierno se vuelve más sport pero con un toque muy urbano. Las prendas se tiñen de combinaciones llamativas y estampados geométricos aunque sigue habiendo hueco para los clásicos blanco&negro.
Por su parte, Tommy Hilfiger se armó para dar un paseo por la Armería de Park Avenue. La colección de inspiración militar se define por líneas rectas en abrigos y vestidos, pata de gallo y cuadro escocés en tonos oscuros como granates, grises o azules marino. Looks que fusionan lo "rebelde y serio" para una "adaptación muy personal de la precisión militar".