Fidel Castro, sabía que el presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy iba a ser asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas (Texas)
Miami.- El entonces presidente cubano, Fidel Castro, sabía que el presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy iba a ser asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas (Texas), según ha revelado Brian Latell, un antiguo analista de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) experto en Cuba.
Latell explica en un libro recientemente publicado, 'Los secretos de Castro. La CIA y la maquinaria de inteligencia de Cuba', que un agente secreto cubano de alto rango que desertó en 1987, Florentino Aspillaga, reveló que el día del asesinato de Kennedy todos los analistas que trabajaban interceptando comunicaciones de la CIA en Florida recibieron la orden de orientar sus antenas hacia Texas.
Así pues, el régimen cubano sabía que Kennedy iba a ser tiroteado y Aspillaga llega incluso a afirmar que los servicios secretos castristas hicieron un seguimiento al asesino, Lee Harvey Oswald.
La Comisión Warren, encargada de investigar el asesinato de Kennedy, en ningún momento relaciona a Oswald con Cuba, pero Latell sostiene que el magnicida estaba fascinado por la figura de Castro, por lo que "su motivación era proteger a Fidel".
Y Castro tenía motivos para temer por su seguridad, ya que bajo el mandato de Kennedy se aceptaba el asesinato como herramienta de política exterior, según reveló una comisión de investigación del Senado estadounidense en 1975. Las conclusiones de la comisión revelan que los intentos de asesinato de Castro comenzaron en 1960, cuando la CIA se puso en contacto con organizaciones mafiosas, deseosas de que Cuba regresara al régimen anterior.
También se manejaron intentos de envenenamiento, bombas ocultas en conchas o francotiradores con fusiles de alta potencia.
El libro de Latell destaca la extraordinaria capacidad del espionaje cubano, que explicaría cómo Castro sobrevivió a todos estos planes. El antiguo analista de la CIA asegura que tras la deserción de Aspillaga, la Agencia descubrió que había subestimado al espionaje cubano.
Todos los agentes secretos y agentes dobles operaba directamente bajo la dirección de Fidel Castro. "Castro era un maestro supremo del espionaje, inigualable", aseguraba Latell en uno de los actos de presentación de su libro. "Es un logro extraordinario en los anales del espionaje moderno. Es difícil mantener a un agente doble en juego y él los dirigía a todos", agregaba.