Un aparatoso accidente vial entre un taxi y un autobús escolar con varias personas heridas la mayoría menores de edad

Un aparatoso accidente vial entre un taxi y un autobús escolar arroja un saldo de varias personas heridas, la mayoría menores de edad.

Una caótica escena que pondría a cualquier padre en un ataque de nervios.

"Un taxi amarillo chocó el autobús escolar y lo viró", dijo una mujer.

"Estaba al frente del accidente, casi me pega a mi", dijo un hombre.

La intersección de la avenida 87 y la calle 159, en Briarwood, es generalmente tranquila, dicen vecinos y trabajadores del sector.

Pero este lunes, a la hora pico de la mañana, un taxista embistió ésta unidad escolar, en la que viajaban cinco niños y dos mujeres. Enviándolos todos al hospital.

"Al momento escuché bastante gente gritando, y cuando vine con el perro estaba el bus volteado y el taxi casi aquí en la esquina", dijo otro hombre.

Sami Omar Ali nos cuenta que salió de su auto y corrió a rescatar a los estudiantes de la escuela de educación especial PS 80 y de la secundaria Yashiva University, que quedaron atrapados.

De acuerdo con autoridades, sólo presentaban lesiones leves, al igual que la conductora de la unidad.

Pero la supervisora de la ruta, sí sostuvo heridas de consideración.

Los niños y jóvenes involucrados en el accidente afortunadamente no sufrieron heridas que lamentar, pero según testigos, el desenlace hubiese sido completamente diferente, a no ser por básicas medidas de seguridad.

"Una niña se fracturó la pierna. Otro se cortó la frente. Los demás tenían rasguños en las manos y por todas partes. Pero todos fueron salvados por el cinturón de seguridad. La única señora que no estaba asegurada, corrió la peor suerte. Tenía la cara ensangrentada, no podía respirar", dijo un hombre.

Sami dice que el taxista, que no transportaba pasajeros, aceleró cuando el semáforo cambió a luz roja, en un intento por ahorrarse unos minutos, aunque autoridades todavía investigan las circunstancias del accidente.

Todos fueron dados de alta, sólo queda el suspiro de alivio de los padres que hoy agradecen no tener vidas que lamentar.
Por:Carleth Keys:NY1 Noticias.