La prueba de fuego para el nuevo formato de los playoffs de las Grandes Ligas ha llegado
Por ERIC NÚÑEZ Associated Press NUEVA YORK (AP) -- La prueba de fuego para el nuevo formato de los playoffs de las Grandes Ligas ha llegado.
A vida o muerte en un solo juego, los Bravos de Atlanta reciben al atardecer del viernes a los Cardenales de San Luis en el duelo de comodines de la Liga Nacional. Por la Liga Americana, los Orioles de Baltimore visitan por la noche a los Rangers de Texas.
No hay margen de error, en esta especie de patíbulo concebido por el comisionado Bud Selig. Uno seguirá vivo para otro combate y el otro se despedirá sin miramientos.
Las posiciones son encontradas en torno a la mayor innovación de la postemporada desde que el wild card se estrenó en 1994 con la ampliación de dos a tres divisiones en cada liga.
¿Se puede imaginar que San Luis fulmine a los Bravos, equipo que acumuló seis victorias más que su rival? El retiro de Chipper Jones se haría realidad de inmediato. Y los vigentes campeones de la Serie Mundial, los Cardenales, se irían a casa.
"El que sea solo un juego es algo duro", dijo Sandy Alomar Jr., el mánager de los Indios de Cleveland. "Imagínate que ganaste 100 juegos y terminaste segundo en la división y te toca un pitcher tremendo. Se acabó y eso en cierta forma no sería justo. Pero le pone mucha emoción".
Otro aspecto, aunque será únicamente esta vez, es que en la siguiente ronda, con una serie corta de cinco partidos, los equipos con mejor récord en la temporada regular abrirán con dos compromisos fuera de casa. Puede ocurrir que el visitante caiga en esos dos y viaje de vuelta a su estadio con la soga en la cuello.
"Esto es de lo más extraño. Tienes el mejor récord y no puedes arrancar en tu casa", declaró el dirigente de los Yanquis Joe Girardi, cuyo equipo aguarda por el ganador del duelo entre Baltimore y Texas
El objetivo de las Grandes Ligas apuntó a que más equipos pudiesen aspirar a la postemporada, y así fue.
Filadelfia y Milwaukee, clubes que se desprendieron de figuras como Hunter Pence y Zack Greinke a fines de julio, súbitamente repuntaron y encararon las últimas semanas remando por uno de los dos comodines. Los Dodgers se vieron desbordados por San Francisco en el Oeste de la Nacional, pero hasta el penúltimo día estuvieron prendidos en la puja por uno de los wild cards.