El actual presidente de Ecuador, Rafael Correa, se proclamó ayer ganador absoluto de las elecciones celebradas en el país sudamericano. 

Con el 100% de los votos escrutados, el Consejo Nacional Electoral ratificó las encuestas a pie de urna, dando a Correa una victoria aplastante con el 56,7% de los votos, mientras que su principal opositor, el exbanquero Guillermo Lasso, se hizo con el 23,3%. Con estos resultados no habrá necesidad de una segunda vuelta electoral y Correa se mantendrá en el Gobierno por cuatro años más, en los que, en sus propias palabras, hará irreversible la «revolución ciudadana» que inició en 2007.

En su primera intervención ante la prensa después de conocerse los datos de las encuestas, Correa dedicó su victoria a Hugo Chávez. «Quiero dedicarle la victoria a ese gran líder, al comandante Hugo Chávez Frías, y desearle una pronta recuperación», dijo Correa, en respuesta a una periodista. El mandatario ecuatoriano, respecto a los análisis que le sitúan como el sucesor de Chávez en el liderazgo del socialismo del siglo XXI, dijo que estaría donde fuera más útil: «Nosotros estaremos, y hablo en nombre de Hugo, Cristina, Raúl y Fidel Castro, donde seamos más útiles para nuestras patrias chicas y nuestra Patria Grande».

Correa también dejó ver las líneas de actuación de su Gobierno en los próximos años. «El desafío va a ser convertir en irreversible este cambio en las relaciones de poder», aseguró. Correa simplificó su plan para los próximos años con aumentar la velocidad en todo lo que ha hecho su Gobierno y consolidar la “revolución ciudadana”.

A escala regional, habló de la necesidad de institucionalizar los cambios de la revolución «para que nunca más puedan los grupos de poder seguir sometiendo a las grandes mayorías». «Unidos podremos someter, en función del bienestar de nuestros pueblos, al capital transnacional», añadió, aludiendo a sus colegas de Argentina, Bolivia, Nicaragua, Venezuela o Cuba. «Este es el triunfo de la Patria Grande, consolidamos la democracia no solo en Ecuador sino en toda nuestra América», aseguró.

Otro punto que centró la intervención fue su futura relación con la prensa independiente, a la que tildó «de la otra gran derrotada» de la jornada electoral. Los medios han sufrido el acoso del Gobierno en los últimos años y Correa manifestó su intención de reducir el cerco. Así, reiteró su intención de sacar adelante la Ley de Comunicación con la mayoría de la Asamblea. «Queremos una prensa honesta responsable, jamás con censura previa pero sí con responsabilidad ulterior», afirmó.

Al frente del Palacio de Gobierno, Carondelet, se congregaron cientos de simpatizantes para celebrar el triunfo y recibir el saludo de Correa. En el resto de Quito, los coches pitaban y a lo largo de la tarde, los simpatizantes de Alianza País, el partido de Correa, se dirigieron a la sede del movimiento en el céntrico parque de La Carolina, para unirse a la fiesta que siguió a lo largo de la noche, con el protagonismo del presidente reelecto.

Por su parte, Guillermo Lasso felicitó a Correa por la victoria y se comprometió a liderar la oposición en los próximos cuatro años: «Esta noche inauguramos la oposición en Ecuador». «No nos temblara la mano, no nos temblará la voz para defender las libertades en Ecuador», dijo el exbanquero, rodeado de sus simpatizantes en Guayaquil.

Los demás candidatos, según los datos oficiales del escrutino, habrían quedado de la siguiente manera: el exmilitar Lucio Gutiérrez 6,6%; el moderado Mauricio Rodas 4%, el empresario Álvaro Noboa 3,7%; el izquierdista Alberto Acosta con el 3,2%; el socialista Norman Wray 1,3%; y el pastor protestante Nelson Zavala 1,2%.