MARISELA DEMONTECRISTO es la nueva reina Nuestra Belleza Latina 2013
En una noche llena de emociones, y sobre todo sorpresas, la reina "Nuestra Belleza Latina 2013" es la salvadoreña de Los Angeles, Marisela Demontecristo, a la que del show la apodaron como "La Cenicienta" por su vida humilde y por su sueño de ganar la corona para ayudar a su mamá y operar a su sobrina de 5 años que tiene una condición especial.
"Estoy que no lo puedo creer, yo sentí y le dije a Audris que ella iba a ser la ganadora. Cuando dijeron mi nombre no sabía ni como reaccionar, ni que decir, hasta este momento no he podido ni llorar", le dijo Marisela, la ganadora de los 250 mil dólares a la salida del show.
Es que en verdad la noche fue de sobresaltos. El quinto lugar fue para la mexicana Marina Ruiz, la cuarta fue la colombiana Bárbara Turbay, una de las favoritas y la primera sorpresa, pues ella era una de las favoritas y candidata firme, incluso, a llevarse la corona.
Con Audrys Rijo, la dominicana de los escándalos y la puertorriqueña Viviana Ortiz, no había dudas que la corona podía quedar entre ellas. Sin embargo, el tercer puesto fue para la ex Miss Puerto Rico que, aunque sorprendida, no se sintió triste pues su sueño es actuar y justamente se ganó poder tomar un curso de actuación en el Centro de Capacitación Actoral (CEA) de Televisa.
Tan solo quedaban dos: Audrys, la polémica pero a la vez la favorita y Marisela Demontecristo, una jovencita que había entrado con un sueño personal y que había tenido que vencer muchísimo obstáculos como ser criticada por no entra dentro de los cánones de la belleza que buscan, o su timidez, su forma de hablar. Pero su mentor, Osmel Sousa vio en ella el cuento de las telenovelas, de las mujeres que sacan su luz interior por conseguir su sueños y así fue.
Con más de 10 millones de votos, contra más de 6 millones de Audris, Marisela Demontecristo se convirtió en la séptima reina de "Nuestra Belleza Latina", algo que no ella misma lo podía creer, pues su expresión al escuchar su nombre lo dijo todo, hasta parecía que quería desnudarse sobre el escenario.
Incluso, cuando recibió la corona de parte de Vanessa De Roide, la reina saliente, no pudo ni llorar y solo atinó a decirle: "Gracias por ayudarme siempre".