Investigadores de las universidades niponas de Waseda, en Tokio, y Hokkaido, al norte del archipiélago, han desarrollado un chip capaz de detectar el virus de la gripe con una precisión hasta 10,000 veces mayor que a través de métodos convencionale
Investigadores de las universidades niponas de Waseda, en Tokio, y Hokkaido, al norte del archipiélago, han desarrollado un chip capaz de detectar el virus de la gripe con una precisión hasta 10,000 veces mayor que a través de métodos convencionales.
Mediante este sensor, provisto de un chip, los usuarios podrán conocer al instante la presencia de virus relacionados con la enfermedad de la gripe con tan solo colocar en el aparato una muestra de mucosa, según informó este jueves el diario económico Nikkei.
Con esta tecnología, que modifica su voltaje al entrar en contacto con los virus, se requieren tan solo 10 minutos para detectar la enfermedad, al ser capaz de individualizar hasta 15 cepas diferentes de la gripe con una muestra de 0,025 mililitros de líquido nasal (aproximadamente la cantidad de una gota).
El equipo de científicos, liderado por el profesor Tetsuya Osaka de la Universidad Tokiota, considera que esta tecnología ayudará a reducir sensiblemente el tiempo que se tarda en diagnosticar la enfermedad y por lo tanto a mitigar la posibilidad de propagación.
Los investigadores esperan poder comercializar estos sensores tanto para centros médicos como para particulares en un periodo aproximado de entre tres y cinco años, al tiempo que calculan que su precio podría rondar los 50 yenes (apenas 40 céntimos de euro).
Para ello, confían en poder fabricarlo en masa gracias a la colaboración de fabricantes de equipamiento sanitario y expertos médicos, añadió Nikkei.
Tradicionalmente los doctores diagnostican la gripe a sus pacientes a través de una consulta en la que valoran la presencia de fiebre alta, congestión nasal, dolores de cabeza o cansancio físico.
Además, en algunos casos concretos, también se realizan pruebas clínicas en las que se llevan a cabo análisis de sangre o cultivos de muestra faríngea para confirmar el diagnóstico.