Cuatro rusos y un ucraniano realizan mayor ataque cibernético en EEUU robando millones de números de tarjetas de crédito y débito
Cuatro rusos y un ucraniano fueron acusados de operar una sofisticada organización de ataques cibernéticos que por siete años accedió a redes de computadores de más de una decena de importantes corporaciones estadounidenses e internacionales, robando y vendiendo al menos 160 millones de números de tarjetas de crédito y débito y ocasionando pérdidas por cientos de millones de dólares.
La formulación de cargos fue anunciada este jueves en Newark, donde Paul Fishman, fiscal de distrito de Nueva Jersey, llamó al caso el más grande ardid de ataques cibernéticos y filtración de datos que haya sido procesado en Estados Unidos.
Heartland Payment Systems, con sede en Princeton y que procesa tarjetas de crédito y débito para pequeñas y medianas empresas, fue identificada como la compañía más afectada por un ardid que inició en 2007 y permitió el robo de más de 130 números de tarjetas bancarias y la pérdida de cerca de $200 millones.
Global Payment Systems, compañía de Atlanta, otra importante compañía de procesamiento de transacciones con tarjetas, sufrió la pérdida de cerca de un millón de tarjetas y de aproximadamente $93 millones, de acuerdo con los fiscales.
La acusación no ofrece una cifra estimada de lo robado a otras corporaciones importantes, entre ellas Commidea Ltd., un proveedor europeo de procesamiento de pagos electrónicos para minoristas. El Gobierno estadounidense indicó que en el 2008 los ciberintrusos obtuvieron encubiertamente cerca de 30 millones de números de tarjetas de su red computacional.
Casi 800,000 números de tarjetas fueron robados en un ataque a la red de Visa, pero la acusación no cita ninguna cifra de pérdidas.
Los acusados fueron identificados como los rusos Vladimir Drinkman, Aleksander Kalinin, Roman Kotov y Dmitriy Smilianets, y el ucraniano Mikhail Rytikov.
Smilianets se encuentra detenido en Estados Unidos y se espera que comparezca ante una corte federal la próxima semana. Drinkman está en Holanda a la espera de su extradición. Los otros tres acusados siguen prófugos.
La información estaba almacenada en servidores de todo el mundo, incluyendo en Nueva Jersey, Pensilvania, California, Illinois, Letonia, Holanda, Bahamas, Ucrania, Panamá y Alemania.