Tungurahua: Ecuador declaró en "alerta naranja", de precaución, la zona del volcán Tungurahua, que el domingo registró una fuerte explosión, avalanchas de rocas candentes y emisiones de ceniza que se extendieron por varias provincias del país
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) de Ecuador declaró en "alerta naranja", de precaución, la zona del volcán Tungurahua, que el domingo registró una fuerte explosión, avalanchas de rocas candentes y emisiones de ceniza que se extendieron por varias provincias del país.
La "alerta naranja", que precede a la "roja", de evacuación, se dispuso luego que el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional informara del aumento de la actividad en la montaña.
La medida de prevención incide en las provincias de Tungurahua y Chimborazo, que tiene al coloso como límite geográfico, donde se han activado los planes de contingencia previstos para este tipo de situaciones.
La autoridad ha sugerido la "movilización voluntaria" de habitantes que viven en zonas aledañas, sobre todo del flanco oeste y suroeste.
Javier Mallorga, director de la unidad de Riesgos del Municipio de Baños de Agua Santa, una ciudad turística ubicada al pie del volcán en la parte norte, indicó que en esa zona las actividades se desarrollan con "normalidad".
"Es como cualquier domingo", aunque el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de la ciudad se encuentra "en sesión permanente" a la espera de los informes técnicos sobre la evolución del comportamiento del volcán, señaló Mallorga.
El Instituto Geofísico señaló que la explosión ocurrió luego de que se registraran más de 220 sismos leves de "largo periodo", relacionados por el movimiento de fluidos en el interior de la montaña.
Además, señaló que el "cañonazo" que se asoció a la explosión fue escuchado en varias ciudades como Riobamba y Ambato, a unos 30 kilómetros de distancia, así como en la costera Guayaquil, a más de cien; y en sitios cercanos fue percibido como un ligero temblor.
El pasado 29 de junio, el IG informó de un aumento en la actividad sísmica del Tungurahua y la posibilidad de que se haya formado una especie de "tapón" en la zona del cráter, que impedía la salida de la energía y facilitaba la acumulación de la misma.
Aparentemente ese "tapón" cedió a las presiones y la montaña desfogó la energía acumulada de manera violenta, para dar luego paso a una etapa de "desgasificación" cuya evolución se monitorea a través de la red de sismógrafos instalados en la montaña, informó a Efe una fuente del Instituto.
En mayo pasado, el Tungurahua experimentó un pulso eruptivo que se caracterizó por la generación de explosiones y la constante emanación de gases y ceniza, que afectaron cultivos en sectores aledaños al coloso.
Este volcán, de 5,016 metros de altura y situado a unos 80 kilómetros al sur de Quito, comenzó su actual proceso eruptivo en 1999 y desde entonces ha intercalado periodos de fuerte actividad con lapsos de relativa calma.
El Tungurahua integra el más de medio centenar de volcanes con los que cuenta Ecuador y junto al Reventador y Sangay forma parte de los más activos del país.