David Ortiz logró su hit número 2,000 en su carrera.
Una tras otras, las pelotas volaron sobre la cerca del Fenway Park, para que los Medias Rojas de Boston igualaran una marca del equipo con ocho cuadrangulares.
Y el dominicano David Ortiz marcó la pauta.
El toletero jonroneó dos veces y también pegó un doble el miércoles para su 2.000mo imparable como profesional, e impulsar a los Medias Rojas a un arrollador triunfo de 20-4 sobre los Tigres de Detroit.
"Nunca había visto tantas caras felices en el dugout al mismo tiempo", dijo Ortiz, quien fue uno de los siete bateadores de los Medias Rojas en pegar de jonrón durante el encuentro. "Fue como encender un cohete... vi a todos felices. Es como si los fuegos artificiales no pararan".
Boston se despegó cuando anotó ocho carreras en el sexto episodio, en el que Will Middlebrooks pegó un grand slam, Ortiz conectó un doble productor de carrera y Daniel Nava sumó un bambinazo de dos carreras.
Ortiz jonroneó de nuevo en la séptima entrada, en la que los Medias Rojas anotaron otras cinco carreras, para sumar su 427mo vuelacercas, superar a Billy Williams y ocupar el sitio 47 en la lista de cuadrangulares de todos los tiempos.
"Mis felicitaciones a David. Es un enorme logro", dijo el mánager de los Tigres Jim Leyland. "Estoy seguro de que la afición de los Medias Rojas está orgullosa de él y que él está orgulloso de sí mismo. Ha tenido una carrera fantástica y es muy popular aquí. Es un tipo cálido en verdad. Estoy feliz por él. Lo hizo contra el equipo equivocado, pero está bien".
Boston, líder de la división Este de la Liga Americana, ha ganado nueve de 11, y dos de tres a los Tigres, líderes de la Central, para mantenerse con la mejor foja de la liga. Luego de marcadores de 3-0 y 2-1 en los primeros dos partidos de la serie, los Medias Rojas dieron rienda suelta y sumaron ocho jonrones, para igualar la marca del equipo, y 20 carreras, su mayor productividad en la campaña.
Jacoby Ellsbury, Stephen Drew, Mike Napoli y Ryan Lavarnway también pegaron de jonrón, y los Medias Rojas convirtieron un juego que iba empatado 4-4 después de cuatro innings en una paliza.