El papa Francisco exhortó a los hombres a que acepten las diferencias de los otros y pide detener La Guerra
CIUDAD DEL VATICANO,Italia.Por FRANCES D'EMILIO.--El papa Francisco exhortó el miércoles a los individuos a que acepten las diferencias de los otros y a los enemigos a que reconozcan que son hermanos, en la misa de año nuevo dedicada a la paz mundial.
"Todos somos hijos de un padre celestial, pertenecemos a la misma familia humana y compartimos un destino común", dijo Francisco desde la ventana de su estudio que da hacia la Plaza de San Pedro, colmada de decenas de miles de devotos, turistas y romanos.
"Cada cual tenemos la responsabilidad de trabajar para que el mundo sea una comunidad de hermanos respetuosos unos de los otros, que se aceptan en su diversidad y que se preocupan por los demás", agregó.
El pontífice se apartó un momento de su texto preparado y manifestó su desasosiego ante los hechos de violencia en el mundo. "¿Qué está ocurriendo en el corazón del hombre? ¿Qué está ocurriendo en el corazón de la humanidad?, que causa tales niveles de violencia", preguntó Francisco. "Ha llegado el momento de parar esta situación", apuntó.
Ante la multitud que aplaudía a menudo, el Pontífice también expresó en su discurso esperanza de que "el evangelio de la fraternidad hable a todas las conciencias y derribe las murallas que impiden a los enemigos reconocer que son hermanos".
La Iglesia católica dedica el 1 de enero a la promoción de la paz mundial.
Antes, durante su homilía en la misa en la Basílica de San Pedro, Francisco habló de la travesía de la humanidad en el año que comienza e invocó lo que describió como "palabras de bendición" que dijo son de "fuerza, valor y esperanza".
"No una paz ilusoria", agregó, "basada en promesas frágiles humanas, o una esperanza ingenua que supone que el futuro será simplemente mejor porque es el futuro".
En su primer año como papa, Francisco ha trazado un camino para lo que describe como una iglesia "pobre" atenta de los necesitados.
Al tiempo de ofrecer sus deseos de año nuevo ante la multitud reunida en la plaza, Francisco insistió en su campaña a favor de los oprimidos.
"Asimismo estamos llamados a ver la violencia y las injusticias presentes en tantas partes del mundo, y no podemos quedarnos indiferentes, sin hacer nada", manifestó el pontífice.
"Existe la necesidad del compromiso de que todos construyamos una sociedad que sea realmente más justa y unida", apuntó.
Que al escuchar el "clamor de paz de los pueblos oprimidos por la guerra y la violencia", Francisco oró porque "el valor del diálogo y la reconciliación prevalezca sobre la tentación de la venganza, la arrogancia y la corrupción".
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