La inestabilidad del gobierno de Maduro pueda afectar al flujo de petróleo a aliados como Cuba y Nicaragua desatando una crisis
El Pentagono.-El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, el general John Kelly, alertó hoy sobre la posibilidad de que la inestabilidad en Venezuela pueda afectar al flujo de petróleo a aliados como Cuba y Nicaragua y desatar crisis en esos países.
En una audiencia en el Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, el general Kelly advirtió que la fragilidad del Gobierno del presidente Nicolás Maduro podría desencadenar un efecto dominó que afectaría a otros países latinoamericanos.
“Venezuela ha dado mucho petróleo a Cuba, Nicaragua o Haití y si no pueden mantener ese flujo, estos países se enfrentarían a problemas económicos. La economía de Cuba está cerca del límite y depende de ese petróleo“, reflexionó el general.
“Sabemos por experiencia que cuando las economías de esos países comienza a caer, los inmigrantes comienzan a subir”, apuntó el oficial militar.
Venezuela está sumida en una ola de protestas contra el Gobierno de Maduro desde el 12 de febrero pasado, cuando una manifestación pacífica en Caracas degeneró en actos de violencia contra edificios públicos y murieron tres jóvenes tiroteados.
En la audiencia, Kelly también se refirió a la presencia iraní en Latinoamérica, especialmente en países como Venezuela, y aseguró que desconocen las razones por las que el régimen de los ayatolá tiene tanto interés en ampliar su presencia diplomática y cultural en la región.
El general aseguró que esa presencia de Irán, un país adversario de Estados Unidos, “no representa una amenaza real“.
“Pero los tenemos vigilados”, agregó, al tiempo que reconoció que existe una moderada presencia de radicales islámicos en Latinoamérica.
En su testimonio, Kelly recordó que personal vinculado con la milicia chiíta libanesa de Hizbulá opera en Venezuela, Argentina, Brasil y la frontera con Paraguay.
Asimismo, mencionó en su intervención la cada vez mayor influencia económica y en defensa de China en Venezuela, Brasil, Bolivia, Chile y Argentina, algo que “no necesariamente debe producirse a expensas nuestras”.
“Si queremos mantener nuestra asociación con el hemisferio (Latinoamérica) y sostener una mínima influencia, tenemos que seguir implicándonos con ellos”, opinó. EFE