Josef Wesolowski ha perdido su inmunidad diplomática y podría ser juzgado en República Dominicana cometer actos sexuales contra menores de edad
CIUDAD DEL VATICANO.- Un antiguo arzobispo polaco y diplomático papal que fue expulsado del sacerdocio tras acusaciones de haber pagado a niños para cometer actos sexuales ha perdido su inmunidad diplomática y podría ser juzgado en República Dominicana, dijo el Vaticano.
En un comunicado enviado la noche del lunes, el portavoz del Vaticano Federico Lombardi negó que el Vaticano hubiera tratado de encubrir el asunto al convocar a Jozef Wesolowski a Roma el año pasado cuando todavía era un diplomático en Santo Domingo.
Lombardi, cuyo comunicado siguió a un reportaje detallado del caso Wesolowski esta semana en The New York Times, dijo que el exarzobispo de 66 años ya no tiene inmunidad diplomática y "también podría estar sujeto a procedimientos judiciales en los tribunales que tengan jurisdicción específica sobre él".
Wesolowski está siendo investigado por República Dominicana, donde sirvió como nuncio - embajador del Vaticano -, sobre las acusaciones de pagar a niños para que realizasen actos sexuales.
El pasado junio, un tribunal vaticano lo expulsó del sacerdocio, lo que supone que pasa a ser seglar y no podrá volver a ser cura.
Ahora se va a enfrentar a un juicio separado en el Vaticano, la primera vez que el Estado celebrará un juicio por esos cargos en su propio territorio. Wesolowski podría ser condenado a hasta 12 años de cárcel.
Lombardi dijo que Wesolowski apelará su expulsión del sacerdocio y que otra audiencia canónica tendría lugar en pocos días. Después, su proceso penal en el Vaticano "continuará en cuanto la sentencia canónica sea definitiva", dijo.
Lombardi dijo que el papa Francisco, que ha prometido tolerancia cero contra los clérigos que abusen sexualmente de niños, estaba siguiendo el caso Wesolowski muy de cerca y quería que se manejase "de forma justa y rigurosa".
En mayo, Francisco, el primer papa no europeo en 1.300 años, describió el abuso sexual de niños por parte de sacerdotes como un "feo delito" y lo comparó con una "misa satánica".
En julio, dijo a las víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos católicos que la Iglesia debería "llorar y reparar" los delitos que dijo que se habían hecho.
(Información de Philip Pullella Traducido por Rodrigo de Miguel en la Redacción de Madrid)
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