Motin carcelario en la ciudad sureña de Cascavel llegó a su fin después que transfirieron a más de 900 reclusos a diferentes presidios
En Brasil, un motín carcelario en la ciudad sureña de Cascavel llegó a su fin, después de que las autoridades transfirieron a más de 900 reclusos a diferentes presidios.
Dos guardias de seguridad que fueron tomados como rehenes cuando empezó el amotinamiento el domingo pasado fueron puestos en libertad y los cabecillas de la rebelión se entregaron.
Los revoltosos mataron a cinco de sus compañeros de prisión: dos de ellos fueron decapitados durante la violencia.
Un corresponsal de la BBC en Brasil afirma que aunque el motín parecía ser en protesta por la superpoblación y condiciones de vida en la cárcel, también fue por quién controla la institución.
Las cárceles de Brasil albergan a casi el doble de gente de la capacidad para la que fueron diseñadas, con medio millón de presos.