Donald Trump cambió su estrategia con un giro abrupto en sus posturas y duros ataques a Hillary Clinton su posible rival en las presidenciales

En sus recientes discursos de campaña y en diversas entrevistas con medios de comunicación, lanzó ideas que contradicen a sus promesas iniciales y sus planteamientos del pasado.

El empresario del sector inmobiliario tiró dardos venenosos contra el expresidente Bill Clinton, alguien a quien antes apoyaba, y viró en 180 grados su postura respecto a la deuda de Estados Unidos, los impuestos para los ricos y hasta del salario mínimo.

Muchos que lo siguen no ven graves problemas en estos cambios, mientras que otros reaccionaron con temor o incertidumbre, y los más fustigadores señalaron que se trata de otro “circo”, como el que utilizó al comenzar su campaña en las primarias, pero esta vez, montando para intentar ganar la presidencia.

“No se trata de un circo, se trata de elegir al próximo presidente”, dijo Barack Obama en estos días para pedirles a los medios de prensa que ignoren el nuevo “show” de Donald Trump y que, en vez de ensalzar su campaña, comenzaran a “investigarlo”.

La nueva etapa del magnate se inauguró con un hiriente disparo a Hillary Clinton, cuando dijo que ella facilitó las infidelidades de su esposo Clinton, y que el expresidente, como político, fue el mayor abusador de mujeres de la historia del país.

“Ella fue una facilitadora increíble, y [después] persiguió a estas mujeres y destruyó sus vidas”, sentenció el empresario inmobiliario en un acto de campaña. Razón con la que argumentó que “Clinton no debe jugar la carta de que es la defensora de las mujeres”.

Esta opinión es muy diferente a la que tenía por la exprimera dama y su esposo en el año 2008, cuando, por ejemplo, los defendió en una entrevista: “Mire todo el problema en el que se metió Bill Clinton por algo que era totalmente sin importancia y trataron de impugnarlo, que fue una tontería”.

“El rey de las deudas”

Respecto a la deuda del país, el precandidato planteó algo opuesto de la línea conservadora que había adoptado en un comienzo. Dijo que se podría “renegociar” pagando menos a los acreedores pero que Estados Unidos nunca dejará de pagar la deuda “porque es el que imprime el dinero”.

Durante una entrevista con CNN, el acaudalado empresario dijo que él era “el rey de las deudas” y aclaró cuál es su propuesta con este tema: “En primer lugar, nunca hay por qué dejar de pagar porque eres tú el que imprimes el dinero, lamento decirles”.

Explicó que se iba a enfocar en la recompra de deuda siempre y cuando subieran las tasas de interés. “Dije que sí podemos recomprar deuda pública con descuento, en otras palabras, si las tasas de interés suben y podemos recomprar bonos con descuento. Si tenemos la suficiente liquidez como país, es lo que debemos hacer", dijo Trump. “En otras palabras, podemos recomprar deuda con descuento”.

En materia impositiva, el aspirante presentó en 2015 su plan para simplificar y reducir los impuestos, en el que iba a beneficiar incluso a los más ricos y a las empresas. Hoy su postura es otra. “Voy a pelear muy fuerte por las empresas y los más acaudalados”, afirmó pero aclaró que estos “van a pagar más y deben pagar más impuestos”.

Influencias y controles

Por otro lado, Trump dijo en reiteradas oportunidades desde el comienzo de su carrera política que él estaba financiando su propia campaña para no ser controlado por intereses especiales de los donantes poderosos o los llamados “Comités de Acción Política”, a quienes dijo que conocía perfectamente por haberlos visto presionando e influenciando a candidatos.

Ahora, el aspirante a la nominación republicana dijo que su campaña no será totalmente pagada con sus fondos, como antes. “Voy a colocar parte del dinero pero no voy a financiar todo de mi bolsillo”, dijo en una entrevista con el Wall Street Journal.

Para poder combatir a Hillary Clinton (si ella ganara la nominación demócrata), el magnate propuso la creación de un sistema de financiación electoral que calificó de “nivel mundial”. Y además, trascendió que busca convencer a los líderes del Partido Republicano para que lo ayuden a juntar 1.000 millones de dólares, como mínimo.

Su propuesta incluiría la intención de que una parte de ese monto se coloque a disposición de los candidatos republicanos al Congreso, porque en el entorno de Trump se estima que para que el empresario pueda gobernar con seguridad, necesita una mayoría en las dos cámaras legislativas.