Barack Obama conversó con el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan y le ofreció la asistencia de Estados Unidos para la investigación del intento de golpe de estado
Barack Obama conversó con el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan y le ofreció la asistencia de Estados Unidos para la investigación del intento de golpe de estado.
"El presidente usó la llamada telefónica para reiterar una vez más el firme compromiso de Estados Unidos con el gobierno civil democráticamente elegido de Turquía", dijo el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Earnest indicó que Obama también instó a su homólogo turco a mostrar mesura mientras persigue a los responsables del fracasado golpe.
Josh Earnest dijo que los dos líderes hablaron además sobre el estatus del clérigo turco residente en Estados Unidos, Fethullah Gulen, a quien el presidente Erdogan ha acusado de ser el autor intelectual del intento de golpe y cuya extradición Turquía ha dicho que pedirá.
"En lo que se refiere al estatus de Gulen, hay un proceso establecido en el tratado de extradición, el cual seguiremos. También hay un proceso para la gente que vive en Estados Unidos y que es un derecho. Y nos aseguraremos que ese proceso se siga también", agregó.
Partidarios del gobierno turco salieron a las calles en apoyo al presidente Recep Tayyip Erdogan en Estambul, el martes 19 de julio de 2016.
El vocero de la Casa Blanca Josh Earnest dijo que los mandatarios hablaron también del estatus de la base aérea estadounidense en Incirlik, Turquía.
El presidente Barack Obama conversó con el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan y le ofreció la asistencia de Estados Unidos para la investigación del intento de golpe de estado de la semana pasada.
El portavoz de la Casa Blanca dijo que el gobierno turco presentó documentos electrónicos al gobierno de Estados Unidos, que funcionarios estadounidenses están revisando para ver si cumple con los requerimientos de la solicitud de extradición.
Turquía ha despedido a más de 50.000 funcionarios del ejército, la policía, la agencia de inteligencia, autoridades religiosas, tribunales, rectores universitarios y directores de escuelas, en una purga para sacar del gobierno a los aliados del clérigo Gulen a quienes culpa por el intento de golpe de la semana pasada.
Gulen, de 75 años, quien vive en el auto-exilio en Pennsylvania, ha condenado el golpe y niega tener nada que ver con él.