Benedicto XVI por Francisco:Cardenal reveló una trama secreta para reemplazarlo Pacino no es un santo varón Es un mafioso y un criminal

¡Volvieron los Borgia! (alusión a la más poderosa y corrupta familia del Renacimiento)
En realidad, antes de esa escena no tan ficcional, a la luz de lo que vendría, la Ciudad de Dios arrastraba un pesado fardo de escándalos: la logia P2, dirigida por el mafioso Licio Gelli, amigo del ex presidemte argentino Juan Domingo Perón y su mano derecha, José López Rega, los enjuages "non sanctos" del Banco Ambrosiano, al servicio de las peores causas, y la sospechosa muerte, apenas a los 33 días de asumir como Juan Pablo I, de Albino Luciani, llamado "el papa de la sonrisa".
Y para colmo, encarnadas en el más repugnante de los delitos y pecados: la pedofilia, el abuso sexual de los menores, excecrado en los cuatro testamentos: "Más le valiera a quien escandalizara a un niño que arrojarse al mar con una piedra de molino al cuello", coinciden Cristo y los cuatro evangelistas.

Su grupo de incondicionales sugirieron chantaje. Pero él lo negó: "No recibí ningún chantaje": casi una confirmación de que sí…
Se reunían para esos enjuajes en una abadía suiza: "enjuagues", porque esas maquinaciones están prohibidas por la Constitución Apostólica "Universi Dominici Gregis", de 1996.

Cuando Jorge Bergoglio llegó al sínodo que lo convertiría en el papa Francisco, lo hizo con escaso optimismo:
–Esta vez la edad me juega en contra.
Sin embargo, contra todo pronóstico, y a última hora, los votos necesarios llovieron sobre él.

¿Es casual que más allá de las multitudes que movilizó, el amor que desató a su paso, la "resurrección" de la Iglesia, no tardó, en contraposición a aquellas cuatro cartas flamígeras contra los homosexuales, en preguntar públicamente... 'Quién soy yo para juzgar', lo mismo que aceptar la comunión de los divorciados y otras medidas en estudios?
Pero más allá de la profunda creencia de que al Papa lo elige el Espíritu Santo, acaso haya que convenir que no siempre es así.
Y que ningún creyente se ofenda.
Se trata de abrir los ojos.
Como en el escándalo de los curas pedófilos.