En Caracas La oposición venezolana volvió a marchar este jueves en desafío al gobierno del presidente Nicolás Maduro
Los primeros reportes indican que las protestas del jueves fueron nuevamente reprimidas por la Policía y la Guardia Nacional Bolivariana, que lanzó gas pimienta para impedir las concentraciones de personas en ciertas áreas de la ciudad.
La oposición venezolana volvió a marchar este jueves en Caracas en desafío al gobierno del presidente Nicolás Maduro, pese a la violencia en la masiva jornada de protestas del miércoles en las que murieron tres personas por disparos.
El periódico El Nacional reportó que efectivos de seguridad detuvieron a seis miembros del partido opositor Primero Justicia en la avenida O’Higgins de El Paraíso, en la capital venezolana.
"Se llevaron a seis dirigentes de Primero Justicia que estaban en el punto esperando a más ciudadanos", informó en entrevista a Vivo Play, Jorge Millán, diputado a la Asamblea Nacional por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
También lo confirmó Tomás Guanipa, secretario general del partido: "GNB intenta detener a dirigentes de Primero Justicia que se concentran pacíficamente", dijo.
Los muertos de la víspera son dos estudiantes universitarios y un guardia nacional, lo que lleva a ocho los fallecidos en las últimas manifestaciones.
La Fiscalía General de Venezuela confirmó en la madrugada del jueves la muerte de un sargento segundo de la Guardia Nacional.
El funcionario fue baleado el miércoles en la noche en la avenida Perimetral de San Antonio de los Altos, estado Miranda, durante una manifestación en el municipio de Los Salías, en las afueras de Caracas.
El defensor del Pueblo, Tarek William Saab, aseguró que el responsable del asesinato fue un francotirador.
Los dos jóvenes estudiantes fallecidos fueron baleados en protestas en Caracas y San Cristóbal, capital del estado occidental de Táchira.
La alcaldesa de la ciudad de San Cristóbal, Patricia Gutiérrez, informó que una joven murió tras recibir un balazo de supuestos seguidores del gobierno venezolano. En Caracas, un joven de 17 años perdió la vida antes en el día tras recibir un disparo en la cabeza.
Además de los tres fallecidos, las protestas dejaron más de un centenar de heridos y afectados por gases lacrimógenos y al menos 500 detenidos.
En una breve declaración en el Departamento de Estado durante una conferencia de prensa sobre Irán, el secretario Rex Tillerson, dijo que EE.UU. está observando de cerca la situación venezolana.
"Nos preocupa que el gobierno de Maduro está violando su propia Constitución, y no está permitiendo que las voces de la oposición se escuchen, ni está permitiendo que se organicen de una manera que puedan expresar las opiniones del pueblo venezolano", señaló Tillerson.
Pero en un acto público el miércoles por la noche, el presidente Nicolás Maduro advirtió que no retrocederá.
"Pretendieron asaltar el poder y los hemos derrotado otra vez, a los golpistas, a la derecha corrupta intervencionista", dijo el presidente al acusar al presidente del Parlamento, Julio Borges, de promover un golpe de Estado
Nuevas protestas
"No tenemos miedo. Venezuela es de todos los venezolanos y seguiremos luchando por ella", dijo el excandidato a la presidencia Henrique Capriles, quien la semana pasada fue inhabilitado para participar en eventos electorales por 15 años.
Capriles anunció que en la capital las marchas volverán a partir desde 26 puntos para tratar de llegar hasta la sede de la Defensoría del Pueblo, en el centro de Caracas. En las últimas semanas han intentado completar este recorrido en al menos seis ocasiones, pero fueron bloqueados por los cuerpos de seguridad.
"A la misma hora nos veremos nuevamente mañana, y en los mismos puntos, porque la lucha por la democracia no termina. No descansaremos hasta que en Venezuela se recupere el hilo constitucional", señaló Capriles en una rueda de prensa por la noche.
Las protestas dividieron a la capital, donde partidarios del gobierno salieron también a las calles el miércoles.
Las tensiones políticas se intensificaron a finales de marzo luego de dos sentencias en las que el Tribunal Supremo asumió los poderes de la Asamblea Nacional y limitó la inmunidad de los legisladores. Aunque los fallos fueron revertidos, las protestas contra el gobierno no han cesado.
La situación en Venezuela ha generado preocupación entre varios gobiernos, incluido el de Estados Unidos, que exhortaron a Caracas a garantizar la celebración de movilizaciones pacíficas y no promover acciones violentas.