El presidente Donal Trump visita a las víctimas del huracán Harvey en Texas está listo para inspeccionar los daños y dirigirse a otras zonas muy afectada
HOUSTON, Texas - El presidente Donald Trump tomó el rostro de un niño en sus manos y luego le dio un high-five. Levantó a una muchacha en sus brazos para darle un beso. Se puso unos guantes de látex para entregar almuerzos en cajas de perritos calientes y papas fritas.
En su visita a un refugio para las víctimas de las tormentas el sábado, el presidente declaró que ve "mucho amor" a raíz de la devastación dejada por Harvey.
"Vimos mucha felicidad", dijo a periodistas después de que él y la primera dama Melania Trump saludaran a niños en la zona de niños en el NRG Center, un refugio de emergencia para las personas que fueron expulsadas de sus hogares. "Tan duro como esto fue, ha sido una cosa maravillosa."
Fue su segundo viaje a Texas en una semana, y esta vez su primera orden de negocios fue reunirse con los afectados por las lluvias y las inundaciones. También está listo para inspeccionar algunos de los daños y dirigirse a Lake Charles, Louisiana, otra zona muy afectada.
Esa interacción faltó en el viaje del martes a Texas, que fue criticado por no ser clave para una visita presidencial para discutir las comunidades en crisis.
En Corpus Christi y Austin, Trump se sentó con respondedores de emergencia y funcionarios que estaban coordinando los esfuerzos de recuperación con su administración. El evento fue marcado por el discurso improvisado de Trump a los partidarios fuera de una casa de bomberos de Corpus Christi - "Qué multitud, qué participación", dijo - en lugar de imágenes del presidente consolando a las víctimas o caminando entre los daños causados por la tormenta.
Trump en ese momento mantuvo su distancia desde el epicentro del daño, en Houston, para evitar interrumpir las operaciones de recuperación. Sin embargo, los críticos dijeron que él no expresó adecuadamente la compasión por las familias de los muertos en el camino de la tormenta o aquellos cuyas casas fueron inundadas. Levantó las cejas cuando predijo que su enfoque sería un modelo para que los futuros presidentes lo imitaran.
"Queremos hacerlo mejor que nunca", dijo. "Queremos ser vistos en cinco años, dentro de 10 años a partir de ahora, 'Esta es la manera de hacerlo'".
"Hubo un montón de alta fiving acerca de lo bien que este desastre se estaba manejando, incluso como la gente estaba en sus tejados con la esperanza de ser rescatados", dijo David Axelrod, un consejero superior del presidente Barack Obama. "La gente necesita saber que su presidente está comprometido emocionalmente en su lucha, y parte de la obligación o la responsabilidad de un presidente, en particular en la era de los medios de comunicación, es hacer esa conexión humana".
Trump expresó más tarde una preocupación más directa por aquellos atrapados en la tormenta. Al comienzo de un discurso en Missouri el miércoles, dijo que la nación estaba orando por los que estaban en el camino de Harvey y "estamos aquí con ustedes cada paso del camino".
El presidente reiteró ese apoyo en un tweet mientras cabalgaba al Centro NRG en Houston el sábado. En el sitio, llamó a la respuesta federal, estatal y local al desastre "fantástico".
"Creo que la gente aprecia lo que se ha hecho", dijo. "Se ha hecho muy eficientemente, muy bien, y eso es lo que queremos".
Más de 17.000 personas han buscado refugio en refugios en Texas, dijo la Cruz Roja Americana a principios de esta semana. El Centro NRG abrió el martes, uno de los pocos mega-refugios que albergan a cientos de personas desplazadas.
Unirse a Trump el sábado son cuatro secretarios del gabinete y otros funcionarios de la administración, incluyendo Brock Long, el administrador de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias.
Trump puede tomar las señales del vicepresidente Mike Pence, que fue a una iglesia dañada, limpió las ramas de los árboles y los escombros, y abrazó a las víctimas de la tormenta durante una visita a Texas la semana pasada.
"Todos los corazones estadounidenses están con la gente de Texas y Louisiana", dijo Trump en su discurso semanal de radio emitido el sábado. Describió "un espíritu de amor, determinación y determinación" que él dijo sentir durante la visita del martes.
El viernes, Trump se reunió con líderes evangélicos para promover su proclamación del domingo como un día nacional de oración para los afectados por la tormenta, junto con organizaciones de socorro fuertemente involucradas en la recuperación.
"Estoy seguro de que esta será una oportunidad para que el presidente, en nombre de toda la nación, muestre compasión y empatía por aquellos que han perdido sus hogares y han tenido sus vidas interrumpidas y en algunos casos han perdido seres queridos", dijo Ralph Reed, el fundador de la Coalición de Fe y Libertad. Estaba entre los líderes evangélicos que se reunieron con el presidente.
Trump envió a los legisladores una solicitud inicial de un pago inicial de 7.900 millones de dólares para los esfuerzos de alivio y recuperación de Harvey. Se espera que esta solicitud sea rápidamente aprobada por el Congreso, que regresará a trabajar el martes después de las vacaciones de verano.
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