SALTO, Uruguay Los santos patronos uruguayos del gol “Seamos optimistas, pero con prudencia”, dijo la astróloga de un programa matutino,
SALTO, Uruguay — “Seamos optimistas, pero con prudencia”, dijo la astróloga de un programa matutino, y aquella advertencia, a tan solo horas del partido contra Arabia Saudita, no causaría mayor revuelo si no fuera porque estábamos en Salto, ciudad de origen de Luis Suárez y Edinson Cavani, los dos máximos goleadores celestes de todos los tiempos, ambos nacidos con solo unas semanas de diferencia bajo el signo de Acuario, en 1987, el año del conejo.
¿Cuáles fueron las variables astrológicas que permitieron que en una ciudad de poco más de 130.000 habitantes, y a tan poca distancia temporal, se pergeñaran tales exponentes? ¿Será la cantidad de potreros por kilómetro cuadrado? ¿Una extraña vitamina en las naranjas de la zona? ¿O será la fama de Salto como uno de los principales centros de avistamientos de ovnis?
Cuadra a cuadra: carteles de los dos ídolos se disputan las esquinas en restaurantes, tiendas deportivas, liceos, kioscos y panaderías. La metáfora llega a su paroxismo en la esquina Sarandí, donde uno se topa con una estatua tamaño real de Luis Suárez, polo turístico en el que no pocas veces la gente posa mordiéndole el hombro, en referencia al famoso Chiellini affaire.
Una estatua de Cavani está prevista en breve, restableciendo en Salto un equilibrio magnético entre las dos figuras. Entre los salteños Cavani es una figura más popular, redundándose en el aspecto sencillo y dado del delantero del Paris Saint Germain.
Sea cual sea la respuesta, caminás por la Avenida Uruguay y Salto se comporta como un padre demasiado orgulloso de sus hijos, aquel que ante desconocidos abre una y otra vez la billetera para mostrarle sus fotos.
“Cuando viene lo podés ver cualquier día con su camioneta, yendo a pescar con su viejo, o comiendo una milanesa al pan en la avenida principal”, dice Federico, productor de un programa radial. Otros señalan su rol activo en la comunidad, visitando asiduamente los pagos y realizando donaciones o eventos como “El juego de las estrellas”, donde se suelen recaudar cerca de 50.000 dólares para actividades benéficas.
La figura de Suárez permanece un poco más esquiva, quizás por las diferencias biográficas de ambos: mientras Cavani vivió en Salto hasta los quince años, Luis Suárez se fue a Montevideo a más temprana edad, bajo el cuidado de su madre, en una situación mucho más delicada. “Hay algo medio traumático del recuerdo de Salto en Suárez”, dicen varios salteños, mientras dos centímetros de barba freudiana les crece en el mentón.