Irán responderá a cualquier amenaza enemiga como lo hizo atacando una base de terroristas en el Kurdistán iraquí
Irán responderá a cualquier amenaza enemiga como lo hizo atacando una base de terroristas en el Kurdistán iraquí, enfatiza un funcionario persa.
“La reciente respuesta misilística a las medidas antiseguridad de una célula terrorista en la región del Kurdistán iraquí es un enfoque que se tomará para responder a cualquier amenaza”, ha dicho este lunes el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamjani.
La fuerza aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) atacó el sábado con siete misiles y logró destruir un cuartel general de los terroristas, ubicado en la región del Kurdistán iraquí, desde donde los extremistas tramaban complots y ataques contra el país persa.
En este mismo contexto, Shamjani ha reafirmado que actualmente cualquier acto agresivo contra la República Islámica en la comunidad internacional no se quedará sin una reacción contundente.
En otro momento de sus declaraciones, el funcionario iraní ha criticado el incumplimiento de EE.UU. con sus promesas estipuladas en el acuerdo nuclear suscrito en 2015 entre Teherán y el entonces Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) y la reimposición de sanciones ilegales contra el país.
A este respecto, ha declarado que el objetivo principal de Washington de imponer embargos a Teherán es limitar las capacidades y poderes de Irán, sin embargo, ha agregado que “somos capaces de empoderarnos en el ámbito económico, como lo hicimos en los campos de defensa y de seguridad”.
Al mismo tiempo, ha sostenido que además de emprender una guerra económica, el enemigo tiene la intención de socavar la satisfacción general del pueblo persa.
En mayo, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ordenó la salida unilateral de su país del acuerdo nuclear y desde entonces ha tratado de presionar a la República Islámica para introducir nuevos términos en el pacto, una posición que no solo es rechazada por Teherán, sino que por el resto de los firmantes del mismo.