Tomás Borge Martínez el último sobreviviente de los fundadores del movimiento Sandinista falleció a los 81 años
MANAGUA,NICARAGUA (AP) -- Tomás Borge Martínez, el último sobreviviente de los fundadores del movimiento guerrillero Sandinista que derrocó a la dictadura de Anastacio Somoza apoyada por Estados Unidos en 1979, falleció. Tenía 81 años.
La primera dama Rosario Murillo hizo el anuncio el lunes por la noche por Radio Ya y otras radioemisoras que Borge Martínez acababa de fallecer. Murillo también es vocera del gobierno.
Murillo no informó sobre la causa de la muerte, pero Borge Martínez estaba hospitalizado desde hace varias semanas, por padecer de neumonía y otros males, informaron los militares.
Borge se sumó a Carlos Fonseca Amador y otros para fundar en 1961 el Frente Sandinista de Lieración Nacional. El frente adoptó el nombre de Sandinista en memoria de Augusto César Sandino que combatió la intervención militar estadounidense en la década de 1930 en Nicaragua. Ortega se sumó después al FMLN y se convirtió en dirigente del mismo.
Igual que Carlos Fonseca, Borge es uno de los muertos que nunca mueren, dijo Murillo en su emotivo anuncio sobre el deceso, en tanto que se la entrecortaban las palabras en ocasiones.
La primera dama destacó que Borge siempre estará presente en el Frente Sandinista. Agregó que después se anunciaran los planes para el funeral de Borge.
Borge era un fogoso orador, con una personalidad combativa y gran admirador de los gobiernos comunistas de Cuba y Corea del Norte. Su papel fue clave tanto en el derrocamiento de Anastasio Somoza Debayle como en el establecimiento de una junta y a continuación de la elección del gobierno Sandinista. Fue el centro de los ataques de los rebeldes conocidos como "contras" por el gobierno de Ronald Reagan.
Nacido en el seno de una familia pobre el 13 de agosto de 1930 en Matagalpa, al norte de la capital, Borges abandonó la universidad antes de recibirse y se dedicó a la lucha contra la odiada dinastía de los Somoza, que gobernó Nicaragua casi como propiedad suya desde 1937 hasta su derrocamiento por los sandinistas en julio de 1979.
Borges, que había sido encarcelado dos veces por la dinastía brutal de los Somoza, fue acusado de violaciones de los derechos humanos como el poderoso ministro del Interior del gobierno sandinista de 1979-1990.
Desde un edificio de seis pisos que llevaba en su fachada la consigna de "Centinela de la felicidad del pueblo", controlaba la policía, la agencia de migración, el servicio penitenciario e incluso los bomberos, y usaba sus poderes casi irrestrictos para perseguir a los enemigos de los sandinistas en la prensa, la Iglesia católica y la empresa privada.
"Para una buena parte de los representantes de la Revolución Nicaragüense, Tomás Borge buscó encarnar la corriente libre y el carácter original del movimiento. Pronunció los mejores discursos, tuvo los gestos más grandes y disfrutó del contraste entre su personalidad legendaria y el Ortega introvertido y carente de gracia. Grandioso e impredecible, Borge podía ser severo por un lado y extremadamente generoso por otra. Era un buen amigo de sus amigos, dijo a la AP la escritora y ex militante sandinista Gioconda Belli.
Agregó que después de 1990, "tengo la sensación de que él renunció a sus ilusiones revolucionarias. Su lealtad a Ortega fue pragmática y buscó salvaguardar su supervivencia política y económica. Ortega le dio la dimensión de símbolo revolucionario e hizo que se convirtiera en una sombra de sí mismo. Terminó como una figura tragicómica. Quienes conocimos su mejor lado lo recordaremos siempre".
La liberación de un encarcelado Borge en 1978 fue la que llevó a los sandinistas a una de sus acciones más conocida y temeraria: la ocupación del Palacio Nacional y la toma de los legisladores como rehenes.
La acción ejecutada en agosto aceleró la ofensiva sandinista que detonó en enero de 1978 con el asesinato del periodista opositor Pedro Joaquín Chamorro, ejecutado por supuestos sicarios somocistas.
En una entrevista concedida a La Prensa en años recientes, Borge se lamentó que solamente se le asociara con sus errores y no se valoraran algunos de sus hechos.
"Nadie reconoce que yo fundé las cárceles de régimen abierto, donde los prisioneros estaban sin custodia y sin reja. Nadie reconoce que yo fundé la cárcel de La Esperanza, de mujeres. Nadie lo reconoce. Nadie lo recuerda. Sólo recuerdan nuestros errores que cometimos, como haber establecido la censura de prensa, que a estas alturas creo que fue un error", dijo.
Borge -de pelo corto y ralo y orejas grandes- justificaba que muchas de las acciones que se le atribuyen "eran mandatos" de la Dirección Nacional del Frente Sandinista, integrada por nueve comandantes, entre ellos él. "Yo no podía por mi propia cuenta tomar decisiones", alegó.
Indios miskito en la costa del Caribe lo acusaron de organizar el desplazamiento y matanza de los acusados de realizar actividades antisandinistas, dijo Marcos Carmona, presidente de la Comisión Permanente de Derechos Humanos. También fue acusado de ordenar la matanza de 37 opositores encarcelados en la ciudad de Granada durante el primer período presidencial de Daniel Ortega, un cargo que siempre rechazó.
Defensor acérrimo del Frente Sandinista y de Ortega, quien regresó al poder en 2007 y fue reelegido en 2011, Borge escribió una vez que era "inconcebible la posibilidad del retorno de la derecha". Antes de las elecciones de 2011 juró que los sandinistas continuarían en el poder "para siempre".
Preguntado ese año cuál era el personaje que más admiraba, contestó: "Primero, a Fidel Castro. Segundo, a Fidel Castro. Tercero, a Fidel Castro. Cuarto, a Fidel Castro, Quinto, a Fidel Castro".
El congresista Jacinto Suárez llamó a Borge "un personaje trascendente en la historia de Nicaragua no sólo como fundador del FSLN, sino por su lucha por liberar al pueblo de Nicaragua de la dictadura somocista... Lo conocí hace 40 años y siempre tuvimos un trato de compañeros y dado su carácter fuerte, era imposible no tener algún tipo de desaveniencia con él".
Los economistas calculan que los Somoza poseían alrededor del 20% de las tierras fértiles del país, además de ingenios azucareros, bancos, haciendas ganaderas, flotas pesqueras, compañías de construcción, floristerías y otros negocios.
En 1956, Borge fue encarcelado y acusado de participar en una conspiración que culminó con el asesinato del entonces dictador Anastasio Somoza García por el poeta Rigoberto López Pérez. Pudo fugarse y se refugió sucesivamente en Honduras, El Salvador y Costa Rica.
Regresó a Nicaragua en 1961, y junto con Carlos Fonseca Amador y otros fundó el Frente Sandinista de Liberación Nacional, llamado en honor a Augusto César Sandino, quien combatió la invasión estadounidense de Nicaragua en los años 30.
Unos 10 años después de su fundación, el FSLN inició acciones armadas en pequeña escala contra la dictadura.
Como ministro del Interior del primer gobierno sandinista, Borge fue acusado de expulsar y acosar a sacerdotes a los que acusó de tomar partido por la Contra. Impuso una estricta censura de prensa y clausuró varios medios.
En 1982, el padre Bismarck Castillo, director de la Radio Católica, fue arrestado, desnudado y arrastrado a una comisaría. La prensa oficial dijo entonces que lo había atacado un marido celoso que encontró al sacerdote con su esposa.
Uno de los diarios censurados fue La Prensa, cuya directora Violeta Barrios viuda de Chamorro, se presentó como candidata presidencial y derrotó a los sandinistas en 1990.
También se lo acusó de enriquecerse en la llamada "Piñata Sandinista", cuando funcionarios del FSLN que abandonaban el gobierno se apropiaron de propiedades públicas. En su libro La Revolución Perdida, el poeta Ernesto Cardenal criticó a los principales lideres sandinistas de haberse convertido en ese período "de revolucionarios en millonarios".
En su época se crearon los Consejos de Defensa Sandinista que eran "ojos y oídos de la revolución", equivalentes a los actuales Consejos del Poder Ciudadano que dirige actualmente Rosario Murillo, secretaria de Comunicación y Ciudadanía del gobierno y esposa del presidente Ortega.
De baja estatura, pero de complexión fuerte, Borge se jactaba de nadar 1.500 metros y de su vigor sexual. Por el otro lado, se caracterizó por carecer de tino en la combinación de colores al vestir.
Para demostrar su capacidad fisica y que una laguna del centro de Managua ya no estaba contaminada se metió en ella a nadar, pero fue a parar a un hospital. Entrevistado en Panamá en 2002, Borge dijo que quiso tanto al escritor argentino Julio Cortázar, que si él le hubiese pedido que le hiciera el amor, "lo hubiese hecho".
Mas tarde en Managua dijo en una entrevista para La Prensa que era "una forma de decir cuánto le quería".
Tras la victoria de Chamorro en 1990, Borge fue congresista por el FSLN. El último cargo que ejerció fue el de embajador al Perú.
Le sobreviven su segunda esposa y cuatro hijos.
© 2012, La Prensa Asociada.