Casi un cuarto de los pilotos de Air France hicieron huelga el sábado para reclamar mejores condiciones laborales
Semanas de huelgas y manifestaciones motivadas por la polémica reforma laboral y otras disputas industriales han provocado pánico en las gasolineras, protestas violentas en las calles y, recientemente, dejaron basura pudriéndose en las aceras. Es una letanía de dolores de cabeza que algunos parisinos temen ahuyentará a los visitantes.
El sábado se cancelaron hasta uno de cada cinco vuelos, indicó Air France, tanto internos como internacionales. Entre los afectados había vuelos que llevaban aficionados a las ciudades donde se celebraban partidos del torneo.
Los maquinistas de trenes también han estado en paro durante días. La red ferroviaria francesa SNCF informó sobre problemas en el sureste con posibles cancelaciones. En París, la ruta ferroviaria que conecta la capital y el aeropuerto Charles de Gaulle se vio afectada y pocos trenes circulaban por un recorrido normalmente concurrido.
Casi un cuarto de los pilotos de Air France hicieron huelga el sábado para reclamar mejores condiciones laborales, en un nuevo desafío para los viajeros y la imagen de Francia mientras el país alberga el mayor torneo deportivo europeo.
"Se los digo, Francia se ha convertido en un país muy feo", declaró Francoise Cuip, de 60 años, a un periodista en el acaudalado distrito 16 de París. "Es mi país, pero así con las cosas".
Entre tanto, la basura se ha ido acumulando en las aceras debido a una huelga en los servicios de recolección y bloqueos en los centros de tratamiento de residuos.
Los diferentes grupos convocaron sus paros por distintos motivos, pero todas las huelgas se enmarcan en el descontento nacional contra los planes del gobierno de reformar las horas de jornada laboral y flexibilizar los despidos.
El influyente sindicato CGT indicó que podría reunirse con el gobierno durante el fin de semana.
En las calles de la capital hubo exasperación ante el redoble de huelgas.
"Cuando no son los trenes es el metro o la basura", se quejó Catherine Jacob, de 48 años, quien pasaba por un contenedor de residuos desbordado en 'Trocadero', cerca de París. "En términos de higiene, esto no es bueno para los turistas ni para los residentes. Mañana tendremos ratas en las calles".
Las huelgas ocurren por diferentes razones, pero la agitación laboral está aprovechando el descontento general mientras el gobierno intenta cambiar las leyes que regulan las horas de trabajo y los despidos.
El influyente sindicato CGT, quien dirige gran parte de las acciones, podría reunirse con el gobierno durante el fin de semana.
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