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La frase "In God we trust" ("En Dios confiamos"),  consigna nacional de Estados Unidos e impresa en los billetes y monedas  de dólares, no parece ser del agrado de una fundación de no creyentes  que llevó al Tesoro estadounidense a los tribunales.
La fundación 
Freedom From Religion Foundation (Fundación Libertad Sin Religión, en su traducción del inglés), junto  con otros 19 demandantes, presentó una demanda judicial el pasado  febrero alegando que la frase es discriminatoria y una ofensa para  aquellos ciudadanos que no son religiosos.
La fundación sin ánimo de lucro se quejó de que la sentencia  religiosa hace proselitismo, es discriminatoria y establece un sistema  monoteísta, y violaría así, según los litigantes, la 
Establishment Clause,  una cláusula en la Primera Enmienda que prohibiría la preferencia o el  establecimiento por parte del Congreso sobre una u otra religión, en la  Constitución estadounidense.
                      Si el fallo fuese favorable a la demanda, ¿sería pues inconstitucional el lema que los Estados Unidos exhibe en su moneda?
El copresidente de 
Freedom From Religion Foundation, Dan  Barker, lo tiene claro: "Nuestro gobierno no sólo tiene prohibido  aprobar una religión sobre otra, sino también respaldar lo religioso  frente a lo secular. La exhibición de un ideal monoteísta en la moneda  de la nación viola esta restricción y por tanto es inconstitucional",  puntualizó en un comunicado.
                      Los litigantes creen que la consigna "En Dios  confiamos", impresa en los billetes y monedas, es discriminatoria porque  excluye a los ateos y otros que no creen en un sólo dios o,  simplemente, en un dios.
                      Y porque se exhibe en la moneda nacional, la  sentencia relega, dice un comunicación de la fundación, a toda la  ciudadanía a la creencia religiosa.
                      En concreto, la reclamación señala que, además,  cualquier otra discriminación a "judíos, católicos, mujeres, negros,  latinos, asiáticos u otra minoría... nunca sería tolerada", como premisa  para que la reclamación tenga éxito.                      
Imposible ignorar
Tras una investigación, la demanda indica que  "había un propósito puramente religioso y una intención detrás de poner a  Dios en nuestra moneda".
El miembro honorario del consejo de la fundación, Mike Newdow, que  actúa como asesor legal en la demanda, cita a los representantes que  votaron a favor de la inclusión, que según él, trataron de utilizar el  dinero para hacer proselitismo en todo el mundo.
                      Según Newdow, el congresista estadounidense Herman P. Eberharter dijo:
                      "El dólar americano viaja por todo el mundo, a  todos los países del mundo, y con frecuencia traspasa la 'Cortina de  Hierro' (que representó la división simbólica del mundo en dos bloques  durante la Guerra Fría), y si se lleva este mensaje en ese sentido creo  que sería muy bueno. Creo que es una de las razones más poderosas por  las que debemos imprimirlo en nuestra moneda... Los principios  establecidos por Dios y las enseñanzas de nuestro estilo de vida deben  permanecer vivas en los corazones y mentesde nuestros amigos  esclavizados tras la 'Cortina de Hierro".
                      El comunicado de la fundación puntualiza, sin  embargo, que "los demandantes están obligados a hacer proselitismo -por  una ley del Congreso- para una deidad en la que ellos no creen, cada vez  que manejan el dinero".                      
Más de un siglo
Pero no es ésta la primera vez que se lleva al lema nacional estadounidense ante la Justicia.
                      En años anteriores, Mike Newdon presentó varias  demandas contra la consigna por los mismos motivos por los que ahora la  fundación eleva la protesta.
                      La última, en 2011, incluso llegó hasta la Corte Suprema, para después ser rechazada.                      
clic  Lea también: Ateos estadounidenses quieren borrar a Dios de sus billetes.                      "En Dios confiamos" fue adoptada como la  consigna oficial de Estados Unidos en 1956, como alternativa y reemplazo  del entonces lema extraoficial E pluribus unum ("De muchos, uno").
                      Pero ya desde 1864, en medio de la Guerra Civil  estadounidense, la actual consigna aparecía impresa en la moneda del  país. Hace ya casi siglo y medio que los estadounidenses leen la  controvertida todos los días desde que compran una barra de pan, hasta  cuando pagan una entrada para el cine.
                      Algunos piensan que la consigna ya ha perdido su significado religioso y que ahora es un símbolo de patriotismo.
                      Otros, sin embargo, creen que es una discrimación anacrónica que debe desaparecer.