MEXICO,DF.-El papa Francisco comenzó el viernes su primera visita a México, donde la gente espera que ofrezca importantes pronunciamientos sobre algunos de los problemas que han sacudido al país en los últimos años, como la violencia y la pobreza.
Tras ser recibido por el presidente, Enrique Peña Nieto, y su esposa, Angélica Rivera, entre bailes, música de mariachis y una canción especialmente compuesta para él, el primer pontífice latinoamericano subió a su papamóvil y partió hacia la Nunciatura, donde se alojará las cinco noches que estará en el país.
El papa ha dicho que en su visita no pretende voltear la mirada a los problemas que enfrenta México, como el narcotráfico y la corrupción.
Sin embargo, algunos grupos de víctimas de la violencia y de abusos sexuales por parte de sacerdotes esperaban ser recibidos en privado, algo que, según insistió el Vaticano hasta el mismo viernes, no estaba previsto.
El vocero de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, dijo en rueda de prensa que el pontífice se ha reunido a lo largo de su papado con algunas víctimas de pederastia clerical y que lleva "en el corazón" el problema de los abusos, por lo que "no es necesario que cada día se refiera" a ellos.
Señaló que "el papa no puede confrontar todos los problemas en cada país", aunque subrayó que durante su estancia en México visitará lugares con diversas problemáticas como la migración, la violencia y la pobreza.
Francisco estará en comunidades del estado de Chiapas, el más pobre del país, con una importante población indígena y paso obligado de los miles de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos; del Estado de México y Michoacán, afectados por la violencia del narcotráfico y la corrupción. También estará en Ciudad Juárez, fronteriza con Texas y que en su día fue considerada la primera del mundo por número de homicidios dolosos.
La gente considera que el papa ofrecerá mensajes directos sobre las diversas problemáticas.
"El papa viene a abrazar a los que sufren, por eso elige estos lugares (Ciudad Juárez, Ecatepec, Morelia, Chiapas). Viene también a ponernos a trabajar para que estemos unidos y no desfallezcamos", dijo Laura Garcicrespo, de 41 años, que esperó durante más de ocho horas la llegada del papa a la Nunciatura.
"Va a venir a hablarnos fuerte. En México hay muchos problemas económicos y de inseguridad, hay mucho egoísmo y él viene con un mensaje también de paz y esperanza que necesitamos", dijo Tania Vásquez, un ama de casa de 39 años oriunda de la capital, quien llegó con su hijo Carlos de seis años y otros familiares a una de las calles por las que pasó la comitiva papal.
Con celulares y linternas encendidas, la gente saludaba el paso de Francisco, el primer papa latinoamericano en la historia de la Iglesia católica.
El pontífice llegó procedente de La Habana, donde mantuvo un encuentro histórico con el patriarca ortodoxo ruso Kirill, la primera reunión de este tipo desde el cisma del Cristianismo hace más de 1.000 años.
Tras el encuentro, en los próximos días la atención del papa estará centrada en los mexicanos, explicó el vocero del Vaticano.
México se ha identificado especialmente con Juan Pablo II, que realizó cinco visitas al país e incluso fue calificado como el "papa mexicano". El propio Francisco lo reconoce, según Lombardi.
"Él conoce muy bien la manera excepcional en que los mexicanos han acogido a sus predecesores, en particular a Juan Pablo II", señaló.
"Esperemos que tenga el mismo carisma de Juan Pablo", dijo Nallely López, un ama de casa de 26 años que presenció el paso del papa con su bebé de cinco meses en brazos.
La gente esperó pacientemente el paso del pontífice en una noche fría. Por momentos coreaban "¡Se ve, se siente, el papa está presente!".
Visiblemente cansado, el papa Francisco salió a saludar a los feligreses que lo esperaban a las afueras de la Nunciatura acompañado por algunos jerarcas de la iglesia Católica mexicana.
Fue recibido entre gritos de júbilo mientras saludaba con la mano, menos de una hora después de su llegada.
No estaba previsto que Francisco hablara en público el día de su arribo a México, pero se acercó a la multitud y aceptó dos rosas blancas antes de tomar un micrófono.
Rezó con quienes estaban allí reunidos y dijo "saben que mañana es sábado, día medio libre, domingo, día libre.... y tenemos que estar descansados".
Francisco será recibido oficialmente el sábado por Peña Nieto en el Palacio Nacional, en el zócalo capitalino. Después se reunirá con obispos y por la tarde acudirá a la Basílica, el santuario de la Virgen de Guadalupe, considerada la patrona de los mexicanos y de Latinoamérica.
El periodista de The Associated Press Jacobo García contribuyó a este despacho.
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