Acostumbrada a dar la nota por su vestuario o por sus actuaciones, Lady Gaga hizo gala de ambas cosas en su reciente colaboración para la portada de la revista Q.

Ataviada con sólo unos pantalones negros y guantes con dedos puntiagudos, la intérprete de “Bad Romance” simplemente estalló en llanto a media sesión fotográfica.

Ante el desconcertado equipo, la cantante, cuyo nombre real es Stefani Germanotta, señaló: "No me encuentro en un buen momento".

Instantes después volvió al plató, no sin antes poner sus condiciones, entre las que estaban que fuera su novio quien tomara las imágenes.

De acuerdo con algunas versiones generadas durante la entrevista que acompaña la portada, la artista no estaba de acuerdo con las “poses provocativas” que se estaban manejando.

Incluso en sus propias palabras, Lady Gaga reconoció que ha tenido conflictos con su disquera por el manejo de su imagen.

“Lo último que necesita una joven es otra fotografía de una estrella del pop cubierta de grasa o tocándose”, señaló.