El polen de los árboles está alcanzando su cantidad máxima, así que te explicamos cómo prevenir y tratar el moqueo, los estornudos y otros molestosos síntomas alérgicos.
Mientras el recuento del polen de los árboles alcanza niveles máximos en algunas partes de Estados Unidos, ha llegado el momento de empezar a prepararse y tratar los síntomas de la alergia primaveral.
Pero, antes de ir a la farmacia, hay algunas medidas que puedes tomar en casa. Y si necesitas recurrir a la medicación, esto es lo que debes saber sobre las distintas píldoras, aerosoles e inyecciones disponibles.
La primera línea de defensa
En primer lugar, los médicos recomiendan intentar limitar la exposición a lo que desencadena una respuesta alérgica, por ejemplo, el polen de los árboles en primavera.
Puedes consultar los niveles locales de polen en aplicaciones meteorológicas o de alergias, o en páginas web como la de la Oficina Nacional de Alergias. Cuando los recuentos son altos, los médicos recomiendan mantener las ventanas cerradas, usar una mascarilla bien ajustada en el exterior y ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa. Las mascotas también pueden traer polen del exterior, así que mantenlas afuera del dormitorio y limpialas con regularidad. Cuando entres en casa, también puedes enjuagarte la nariz con un espray salino o un rinocornio (teteras neti).
“Es laborioso, pero a la gente que lo hace le resulta muy útil”, dijo Neeta Ogden, alergóloga de Nueva Jersey.
Aerosoles nasales
John Mafi, médico de atención primaria de UCLA Health que a menudo atiende a pacientes con alergias, dijo que para quienes padecen alergias estacionales moderadas o graves, el tratamiento más eficaz suele ser un aerosol nasal de corticosteroides.
Entre ellos se encuentran la fluticasona (Flonase), la budesonida (Benacort), la triamcinolona (Nasacort) y la mometasona (Nasonex).
Los alérgenos desencadenan la inflamación de la nariz, los ojos, la garganta y, a veces, las vías respiratorias. “Un esteroide local calma esa zona de inflamación”, explica Mafi. Como los aerosoles nasales no se absorben sistémicamente como las pastillas de esteroides, se consideran de bajo riesgo, añadió.
Hay que presionar el espray con la boquilla dirigida hacia las orejas para obtener el mayor beneficio y evitar efectos secundarios como hemorragias nasales. Los esteroides pueden tardar varios días en hacer efecto, por lo que los médicos recomiendan utilizarlos desde una o dos semanas antes de la temporada de polinización y hasta que el recuento de polen disminuya.
Antihistamínicos
Los antihistamínicos reducen la picazón y la inflamación producidas por la histamina, una sustancia química que las células inmunitarias liberan cuando un alérgeno las activa. Pueden tomarse en forma de pastillas, aerosoles nasales o gotas para los ojos. Actúan con rapidez y son más eficaces si se toman cuando es necesario, por ejemplo, los días en que los síntomas son especialmente graves.
“Puede ser como una terapia de rescate”, afirma Farah Khan, alergóloga e inmunóloga del Nationwide Children’s Hospital de Columbus, en Ohio.
Para el picor y lagrimeo de ojos, los colirios antihistamínicos ―a menudo combinados con un aerosol nasal suelen funcionar mejor, según Mafi.
Un antihistamínico oral puede ser beneficioso cuando se tienen múltiples síntomas, como picor de ojos, congestión nasal y urticaria, dijo Rita Kachru, jefe de alergia clínica e inmunología en UCLA Health.
En 2020, un equipo de trabajo de médicos que formula directrices sobre el tratamiento de las alergias desaconsejó el uso de antihistamínicos orales de “primera generación”, como la difenhidramina (Benadryl), para la rinitis alérgica, sobre todo de manera crónica. El grupo citó efectos secundarios negativos como sedación, deterioro del rendimiento y mayor riesgo de demencia.
Los médicos afirmaron que los antihistamínicos orales de “segunda generación” loratadina (Claritin), cetirizina (Zyrtec) y fexofenadina (Allegra) no producen somnolencia en la mayoría de las personas, aunque los pacientes tienen menos probabilidades de experimentar somnolencia con la fexofenadina, dijo Kachru. Estas píldoras pueden causar efectos secundarios como sequedad de ojos o boca y estreñimiento.
Si un antihistamínico produce efectos secundarios desagradables o deja de funcionar bien, los médicos sugieren probar con otro.
Descongestionantes
Algunos antihistamínicos, como Claritin-D y Allegra-D, vienen combinados con pseudoefedrina (Sudafed). Los médicos no recomiendan en absoluto productos que contengan pseudoefedrina para los niños, ni para los adultos durante más de unos días seguidos, porque este ingrediente puede aumentar la frecuencia cardiaca y la tensión arterial.
Kachru también advirtió contra el uso del aerosol nasal descongestionante oximetazolina (Afrin). Aunque puede aliviar el dolor, con el tiempo se necesita más medicación para obtener la misma respuesta, dijo. Además, según Kachru, dejar de tomar el medicamento puede causar una inflamación que dificulte la respiración nasal.
Inmunoterapia
Los médicos recomiendan consultar a un alergólogo certificado si los síntomas empeoran, interfieren en la vida diaria o causan otros problemas de salud, y los medicamentos no ayudan. Ogden dijo que, a menudo, los pacientes van a su consulta cuando ya no pueden tolerar tomar medicamentos durante meses y meses.
“Y entonces tenemos una charla sobre el inicio de las vacunas contra la alergia”, dijo.
Las vacunas antialérgicas administran dosis progresivamente mayores de la proteína a la que se es alérgico, enseñando al sistema inmunitario a tolerarla. La terapia, que ha sido aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y suele estar cubierta por los seguros, ha demostrado reducir significativamente los síntomas y el uso de medicación, y los efectos pueden durar varios años tras finalizar el tratamiento.
Otra opción es la inmunoterapia sublingual, en la que se coloca un comprimido que contiene el alérgeno bajo la lengua. La FDA ha aprobado comprimidos para la alergia a la ambrosía, las gramíneas y los ácaros del polvo.
Ambas formas de inmunoterapia requieren una inversión de tiempo considerable, por lo general de tres a cinco años. Los científicos están estudiando otras opciones. Con el cambio climático y la contaminación atmosférica empeorando los síntomas de la alergia, Ogden dijo: “Creo que la inmunoterapia es donde vamos a terminar”.
