Paolo Gabriele, condenado a año y medio de cárcel por el robo con agravantes de documentos reservados de Benedicto XVI, ingresará hoy mismo en una celda del cuartel de la Gendarmería vaticana
El exmayordomo del papa, Paolo Gabriele, condenado a año y medio de cárcel por el robo con agravantes de documentos reservados de Benedicto XVI, ingresará hoy mismo en una celda del cuartel de la Gendarmería vaticana, al no haber recurrido la sentencia del pasado 6 de octubre.
Así se lee en un comunicado publicado por la Oficina de Prensa del Vaticano que explica como al no haber presentado una apelación a la sentencia en primera instancia la condena “se hace definitiva“.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó que Gabriele ingresará hoy mismo en la celda y afirmó que “queda aún abierta” la posibilidad de que Benedicto XVI le conceda la gracia.
En el texto del veredicto, publicada el pasado 23 de octubre, ya se informaba de que Gabriele cumpliría su condena en una prisión del Vaticano y que la sentencia se haría firme en el periodo estipulado si no se presentaba la apelación, al no haberse aplicado los beneficios de la ley respecto a la suspensión de la pena.
La Secretaria de Estado vaticano también hoy emitió un comunicado en el que afirmaba que con la sentencia en firme del juicio contra Paolo Gabriele “termina un asunto triste, que ha tenido consecuencias muy dolorosas“.
“Se ha ofendido personalmente al Santo Padre, se ha violado el derecho a la privacidad de muchas personas que se habían dirigido al papa por su posición, se ha creado un perjuicio a la Santa Sede y a varias de sus instituciones, se ha creado un obstáculo a las comunicaciones entre obispos del mundo y la Santa Sede y causado un escándalo en la comunidad de los fieles”, agregó la Secretaria de Estado.
Asimismo, continúa el comunicado, “durante varios meses se ha turbado la serenidad de una comunidad que trabaja cotidianamente al servicio del Sucesor de Pedro“.
La Secretaria de Estado consideró además que el proceso a Gabriele se “desarrolló de manera transparente y ecuánime y en el pleno respeto del derecho a la defensa“.
Comentando la sentencia, explicaron que esta rechaza cualquier tipo de “conjeturas sobre la existencia de complots o implicación de otras personas“.
También la Secretaria de Estado señaló cómo, a pesar del encarcelamiento, es posible “la eventualidad de una concesión de la gracia” por parte del papa y subraya que ésta “presupondría razonablemente un arrepentimiento por parte del reo y la sincera petición de perdón al Sumo Pontífice y a todos aquellos quienes han resultado ofendidos”.
El tribunal vaticano que juzgó a Gabriele, presidido por Giuseppe Della Torre, consideró para dictar dicha pena que el robo de cientos de documentos reservados enviados al papa y a su secretario, Georg Ganswein, constituye una acción lesiva contra el pontífice, la Iglesia Católica y el Estado de la Ciudad del Vaticano.
“La acción de Gabriele ha violado no sólo el fundamental derecho a la buena fama y a la privacidad de todas las personas afectadas, sino también el secreto que corresponde a los actos de un soberano (el papa es soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano)“, señalaba el texto.
El juicio al informático Claudio Sciarpelletti, de 48 años, acusado de presunto encubrimiento por este caso comenzará el próximo 5 de noviembre y por este delito podría ser condenado hasta a un año de cárcel.