Barack Obama y Vladimir Putin se estrecharon la mano en un saludo afable sonrieron y hablaron sobre el escenario en un encuentro político
"Nos hemos dado contra una pared", dijo Obama sobre las relaciones de Estados Unidos con Rusia un día antes de su llegada a San Petersburgo para una cumbre mundial.
Mientras las tensiones se acumulan sobre los asuntos con Siria a la cabeza, el asilo de Rusia al desertor ex analista del Consejo de Seguridad Nacional Edward Snowden y sobre los derechos humanos, Obama y Putin no tenían previsto sostener una reunión formal sobre asuntos bilaterales en un aparte de la cumbre del Grupo de los 20. Un saludo formal frente al Palacio de San Petersburgo era la única presentación pública que los mandatarios tenían prevista en conjunto.
Su encuentro sólo duró 15 segundos.
La limosina blindada de Obama llegó al palacio cuando Putin esperaba a la entrada para dar la bienvenida a cada uno de los líderes. El presidente estadounidense fue el único líder que usó su propio vehículo oficial para la llegada, optando no hacer uso de los automóviles Mercedes especiales para la cumbre que los otros 19 líderes usaron.
Los dos líderes, sonrientes, estrecharon sus manos, Obama hizo un gesto hacia el palacio y hacia el brillante cielo azul, diciendo sobre el lugar "hermoso".
Es probable que Obama y Putin vuelvan a hablar en un aparte durante la cumbre, incluso el jueves por la noche durante el banquete de los líderes durante la cual se tiene previsto hablar sobre Siria. Pero cualquier conversación será en privado.
Las diferencias sobre Siria han empeorado las tensiones entre Obama y Putin desde que la guerra civil comenzó hace más de dos años. Mientras el mandatario estadounidense ha instado a la salida del presidente sirio Bashar Assad, el líder ruso ha ayudado al gobierno sirio, tanto en el plano económico como el militar.