familia del niño sirio cuyo cadáver terminó en una playa turca había intentado emigrar a Canadá
Por Tulay Karadeniz
ANKARA.-La familia del niño sirio cuyo cadáver terminó en una playa turca había intentado emigrar a Canadá después de huir de Kobani, asolado por la guerra, dijo el jueves uno de sus familiares a un periódico canadiense.
Una fotografía del cuerpo del niño de tres Aylan Kurdi, que yacía sin vida mojado por las olas en la localidad turística turca de Bodrum, conmocionó el miércoles las redes sociales, provocando indignación por la falta de acción por parte de los países desarrollados para ayudar a los refugiados.
Su hermano de 5 años Galip y su madre Rehan, de 35, también murieron después de que su embarcación naufragara mientras intentaban alcanzar la isla griega de Kos. Su padre, Abdulah, fue encontrado seminconsciente y llevado a un hospital cercano a Bodrum, según el periódico turco Sabah.
"Me enteré de la noticia a las cinco de la mañana", dijo Teema Kurdi, hermana de Abdulah y residente en Vancouver, en declaraciones recogidas por el periódico canadiense National Post. Teema había sido contactada por la esposa de uno de los hermanos de Abdulah.
Abdulah, su esposa y sus dos hijos habían solicitado el estatus de refugiado con aval privado a las autoridades canadienses que les fue denegada en junio por complicaciones con las solicitudes desde Turquía, dijo Teema según el medio canadiense.
"Estaba intentarlo avalarlos, y tengo amigos y vecinos que me ayudaron con los depósitos bancarios, pero no pudimos sacarlos, y por eso se fueron en el barco", dijo.
"Incluso les pagaba un alquiler en Turquía, pero es horrible cómo tratan a lo sirios allí".
Turquía ha sido alabada internacionalmente por acoger a dos millones de refugiados desde que comenzó la guerra civil en Siria en marzo de 2011, gastando más de 6.000 millones de dólares en atenderlos y recibiendo sólo 400 millones de dólares de la comunidad internacional.
Pero ha advertido de que está llegando al límite de su capacidad, y ahora miles de personas hacen el peligroso viaje en barco desde Turquía a Grecia en un intento por entrar en Europa.
Kobani, un pueblo en el norte de Siria cerca de la frontera turca, fue hace varios meses escenario de duros enfrentamientos entre extremistas de Estado Islámico y las fuerzas regionales kurdas.
Decenas de miles de sirios que huyen de la guerra en su país han descendido este verano por la costa turca del mar Egeo para embarcar hacia las costas griegas.
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