Científicos del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York prueban nueva técnica para retirar células de los pulmones
Científicos del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York prueban nueva técnica para retirar células de los pulmones.
Con el objetivo de encontrar una forma de regenerar el tejido de los pulmones, un equipo del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York, probó en ratas un nuevo enfoque para extraer las células de las vías respiratorias y mantener el resto de la estructura del órgano.
La investigación, publicada hoy en la revista Science Advances, podría en el futuro ofrecer una solución a la búsqueda de terapias para tratar a los pacientes con una enfermedad pulmonar en etapa terminal.
Actualmente, el único tratamiento definitivo para este tipo de enfermedad es el trasplante, una intervención limitada por la baja cantidad de órganos aptos para este procedimiento.
“Las estrategias dirigidas a incrementar el número de pulmones trasplantables tendrían un impacto profundo e inmediato”, consideran los autores de este estudio.
También señalan que una “intervención temprana con terapia genética o celular podría ofrecer incluso mayores beneficios al promover la reparación y regeneración pulmonar, lo que de ese modo podría reducir la progresión de la enfermedad y, finalmente, evitar la necesidad del trasplante”.
El problema, observa el texto, es que la complejidad propia del órgano dificulta los trabajos de ingeniería destinados a diseñar pulmones trasplantables.
Hasta ahora, los órganos creados han tenido un funcionamiento limitado y han fallado horas después del trasplante, recuerdan los autores.
Por ese motivo, al encarar la investigación optaron por crear un nuevo enfoque y concentrarse solamente en las vías respiratorias.
El equipo trabajó con un modelo animal con ratas, en las que extrajo el epitelio -la capa celular más superficial- de las vías.
De esa manera, los investigadores dejaron intactas la estructura y la red de vasos del resto del órgano, antes de implantar tejido humano.
Como resultado, observaron que el órgano no solo aceptaba las células pulmonares humanas, sino que también permitía su crecimiento.
El estudio tiene varias limitaciones y los investigadores reconocen que algunas células del epitelio original quedaron en el órgano, que utilizaron pulmones sanos y que no analizaron los cambios inmunológicos que pudieron ocurrir en el procedimiento.
A pesar de eso, el equipo de investigación cree que esta metodología “puede hacer frente a algunos de los desafíos que han retrasado el progreso en la bioingeniería pulmonar” y que “puede abrir nuevos caminos” en el campo de la medicina regenerativa.
Además, los autores consideran que la técnica también podría aplicarse a otros órganos, como el hígado y los riñones.