Alzheimer y Parkinson Mexicanos desarrollan un implante Ventana al Cerebro que ayudaría a tratar al tratamiento de enfermedades
Investigadores mexicanos en conjunto con científicos de la Universidad de California Riverside desarrollaron un implante craneal que puede ayudar al tratamiento de enfermedades como el Alzheimer y Parkinson, informó el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
El implante, llamado Ventana al Cerebro, está hecho a base de cerámica desarrollada con circonia estabilizada con itria, que es similar a los implantes dentales, pero traslúcida para que, al implantarse en el cráneo, permita pasar rayos láser.
Mario Gutiérrez Velasco, egresado del Cinvestav y de la Universidad de California Riverside, quien trabaja en el proyecto, dijo que prueban el láser como terapia contra enfermedades que afecten al encéfalo.
Sin embargo, Gutiérrez junto con un grupo de investigadores también prueban la transmisión de ultrasonido a través del implante.
“La aportación del Cinvestav fue que esas mismas cerámicas se pudieran emplear como una ventana acústica, con la intención de transmitir ultrasonido al cerebro a través del cráneo”, explicó el especialista.
Algunas investigaciones, dijo, sugieren el uso del ultrasonido como tratamiento contra enfermedades como el mal de Alzheimer y el Parkinson.
No obstante, para aplicar ultrasonido al cerebro se tendría que hacer una craneotomía, que consiste en retirar una porción del hueso del cráneo.
“De modo que si se requiere de un tratamiento consecutivo, sería necesario repetir el procedimiento, lo que se traduce en riesgos y molestias al paciente”, señaló el investigador.
El implante cerámico evita la repetición de la operación, ya que la cerámica reemplazaría una sección del cráneo y quedaría implantada de manera permanente.
De acuerdo con las pruebas realizadas, el implante permite el paso del 80 % de las ondas del ultrasonido, con lo que se pudo comprobar que puede utilizarse en tratamientos con esta tecnología.
“Lo que significa que el implante permite pasar más energía ultrasónica que el cráneo humano, que se estima sólo permite pasar del 2 al 4 % del ultrasonido”, expuso.
El experto comentó que los tejidos humanos tienen propiedades acústicas similares al agua, por lo que los resultados obtenidos permiten conocer las condiciones a las que se expondría el cerebro al aplicar el ultrasonido.
Con los resultados obtenidos por las instituciones mexicana y estadounidense se abre la posibilidad de estudiar de manera más adecuada tratamientos combinados aplicados directamente a la masa encefálica o usar marcadores luminosos que se inyecten al paciente para ser observados a través de la cerámica.
Hasta ahora los estudios solo se han realizado a nivel laboratorio, por lo que el siguiente paso es probar la biocompatibilidad de la cerámica a largo plazo en animales.