El presidente Barack Obama y su esposa, Michelle, repartieron dulces a niños del área y familias de militares que acudieron a la Casa Blanca para celebrar Halloween (Día de Brujas).
Estudiantes locales de entre 6 y 14 años, junto a niños con parientes en el ejército, fueron invitados a la fiesta en uno de los jardines del recinto presidencial.
El presidente, la primera dama y la madre de ésta, Marian Robinson, pasaron unos 30 minutos distribuyendo bolsas con los dulces. Obama le deseó a cada niño un feliz Halloween mientras repartía los obsequios, deteniéndose con frecuencia para recibir un abrazo o para comentar sobre los disfraces.
Posteriormente, las familias de los militares continuaron la celebración en el interior de la Casa Blanca.
La pareja presidencial bromeó ante los reporteros sobre el ejercicio que debían hacer los niños al recorrer el largo camino de entrada hasta la casa presidencial, para quemar las calorías de los dulces. La primera dama desarrolla una campaña para combatir la obesidad infantil.
La bolsas que se repartieron contenían una caja de chocolates M&Ms de la Casa Blanca, una galleta hecha por el chef de repostería Bill Yosses y frutas secas.
Al caminar por el jardín, los niños se encontraron con una variedad de personajes, desde Frankenstein hasta el Espantapájaros de “El mago de Oz”. Un grupo de jazz con disfraces de piratas amenizó el ambiente en la Casa Blanca.
Calabazas multicolores se alinearon como decoración en el camino de entrada. Asimismo, espantapájaros con cabeza de calabazas y brazos alzados se apostaron en el jardín, amenazantes. En el pórtico de la residencia, se guindaron figuras como de murciélagos volando alrededor de una lámpara.
Algunos de los niños que acudieron asisten a la escuela básica Bancroft Elementary, que ayuda a cuidar el jardín de la primera dama, y de Tubman Elementary, que tiene vínculos con los cocineros de la Casa Blanca.
Luego de la repartición de obsequios, los Obama se pararon cerca de la puerta principal para recibir a las familias de los militares. Ayudaron a los niños a subir las escaleras de la entrada y agradecieron a los padres por su servir en el ejército.

Los sacerdotes de la santería cubana, los "babalawos", vaticinaron hoy que 2010 será un año con cambios en la sociedad, la política y el poder, en el que morirán notables personalidades públicas y habrá problemas de contaminación ambiental.

La Comisión Organizadora de la Letra del Año divulgó en La Habana las predicciones de "Ifá" para este año, en el que regirá el signo de "Baba Eyiobe", que anuncia cambios, la pérdida de mayores, necesidad de diálogo, organización y cooperación entre quienes tienen el poder.

La deidad regente será Obatalá, vista en el culto yoruba como responsable de la creación de los seres humanos y a la cabeza del resto de las deidades, y estará acompañada por Oyá, asociada a los antepasados y a las tormentas y vientos suaves.

Con un marcado enfoque político y social, este año la "Letra" augura que ocurrirán golpes de Estado, bruscos cambios de sistemas políticos y traición en altas esferas del Gobierno, al tiempo que existe peligro de guerras e intervenciones militares.

Se advierte de la posibilidad de desajustes y discrepancias en las familias, la ruptura de matrimonios y la decadencia de la autoridad de los padres sobre los hijos.

Los vaticinios de "Ifá" también prevén serios problemas de contaminación ambiental, peligro de hambrunas y catástrofes marinas, así como enfermedades respiratorias, oftalmológicas, óseas y cerebro-vasculares.

El sacerdote Lázaro Cuesta, uno de los miembros de la Comisión, resaltó que será muy importante la actitud política de los dirigentes, pues existe el peligro de "luchas posicionales" y hay temor a la destrucción en el mundo, aunque dijo que es posible evitarlo.

Cuesta explicó que, con el signo de "Baba Eyiobe", es "inminente" que habrá noticias sobre la muerte de importantes estadistas, religiosos e intelectuales, cuyo prestigio convertirá su pérdida en "acontecimientos mundiales".

Por otro lado, "Baba Eyiobe" habla de una "doble salvación", que en opinión de Cuesta debe ser interpretada como la posibilidad que existe en cada persona para cambiar sus actitudes y lograr una diferencia.

Entre las recomendaciones para 2010, está respetar las decisiones de la mayoría y la opinión de las minorías, dialogar, tener organización, buscar nuevas reformas basadas en la experiencia y proteger el medio ambiente.

"Rey muerto, rey puesto", "todo lo tengo, todo me falta" y "las palmas jóvenes crecen más altas que las viejas", son algunos de los refranes que sintetizan este año el mensaje de los vaticinios.

Además, se precisa que el mismo signo rigió en el mundo en los años 1995, 1998 y 2004, por lo que es posible tomar de ellos los ejemplos negativos y positivos.

La Comisión Organizadora de la Letra del Año se reúne cada 31 de diciembre desde hace más de dos décadas en La Habana, en una ceremonia en la que los sacerdotes de "Ifá" buscan definir las directrices que regirán el año entrante para guiar y aconsejar a la población.

Desde hace una década, la Sociedad Cultural Yoruba de Cuba también divulga una "Letra" con sus predicciones.