Los siete arrestos en Suiza se producen como parte de una operación mayor ordenada por un tribunal de Nueva York, que incluye formulación de 47 cargos contra 14 personas.
Además de la sede de la FIFA en Zúrich también se realizó un operativo en la sede de la Concacaf en Miami.
El Departamento de Justicia de EE.UU. indicó que el caso se remonta a 1991.
"Dos generaciones de funcionarios de fútbol abusaron de su posición para obtener ganancias personales".
Según las autoridades estadounidenses, la mayoría de los ardides involucraban sobornos pagados por ejecutivos de mercadeo de compañías deportivas a funcionarios de la FIFA en conexión con la comercialización de derechos de eventos deportivos como las eliminatorias a la Copa del Mundo en la
región de la Concacaf, la Copa América de la Conmebol, la Copa Libertadores y la Copa de Brasil.
A cambio de los supuestos pagos, de más de US$150 millones, se cree que los sospechosos recibieron derechos de transmisión, publicidad y patrocinio vinculados a torneos de fútbol en América Latina.
Según la formulación de cargos que presenta Estados Unidos, estos delitos fueron acordados y preparados en ese país, y los pagos fueron realizados por medio de bancos estadounidenses.
Por su parte, la justicia suiza anunció que había abierto una investigación diferente por supuestos sobornos y lavado de dinero en relación con la designación de Rusia y Qatar como sedes de los mundiales de fútbol de 2018 y 2022, respectivamente. Por esta investigación se allanó la sede de la FIFA en Zúrich.
En una rueda de prensa realizada cuatro horas después de los arrestos, Walter de Gregorio, portavoz de la FIFA, aseguró que la investigación era producto de una queja presentada por la organización en noviembre pasado.
Sin embargo, agregó que los operativos los había tomado por sorpresa.
Agregó que la FIFA recibía con complacencia los operativos.
"Estamos contentos con lo que está ocurriendo, pero ciertamente es también un momento triste para nosotros", aseveró De Gregorio.
Clarificación
El periódico New York Times indica que oficiales de la policía suiza vestidos de civil tomaron las llaves de las habitaciones en la recepción del Hotel Baur au Lac, donde están hospedados los ejecutivos, y se dirigieron a sus cuartos.
Se dijo que la operación se realizó pacíficamente.
Uno de los funcionarios detenidos es Jeffrey Webb, vicepresidente de la FIFA y jefe de la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF), informa el corresponsal de la BBC Richard Conway, quien está en el hotel en Zúrich.
Asimismo se dice que otro funcionario del organismo, Eduardo Li, de Costa Rica, fue sacado de su cuarto y del hotel por las autoridades suizas.
Uno de los detenidos es Jeffrey Webb, jefe de la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF).
Eduardo Li, presidente de la federación costarricense de fútbol. Iba a unirse al comité ejecutivo de la FIFA el viernes.
Eugenio Figueredo, de Uruguay, miembro del comité ejecutivo de la FIFA, expresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Jose Maria Marin, ex presidente de la confederación brasileña de fútbol, miembro del comité de clubes de la FIFA.
Jeffrey Webb: vicepresidente de la FIFA, presidente de la Confederación de Fútbol de América del Norte, Centroamérica y el Caribe, Concacaf.
Se informa que otros funcionarios que enfrentan cargos -aunque no se reportó si han sido detenidos, son Jack Warner, ex vicepresidente de la FIFA; Julio Rocha, expresidente de la asociación de Fútbol de Nicaragua; Rafael Esquivel, actual presidente de la Federación de Fútbol de Venezuela y Nicolás Leoz, expresidente de la Conmebol.
El comunicado del Departamento de Justicia de Estados Unidos también reporta cargos contra al argentino Alejandro Burzaco, presidente de la empresa de medios deportivos Torneos y Competencias y Hugo y Mariano Jinkis, de quienes dicen que son ejecutivos de la empresa Ful Play Group S.A., con sede en Argentina.
El New York Times indica que también se espera que se presenten acusaciones contra ejecutivos de publicidad deportiva, tanto en Estados Unidos como en América del Sur, incluidos Alejandro Burzaco, Aaron Davidson, Hugo Jinkis y Mariano Jinkis, así como contra José Marguiles, un intermediario que supuestamente facilitó pagos ilegales.
Un portavoz de la FIFA afirmó que la organización está buscando clarificar la situación.
La Oficina Federal de Justicia Suiza indicó en una declaración el miércoles que las autoridades de Estados Unidos sospechan que los funcionarios recibieron millones de dólares en sobornos durante años.
Afirma que los individuos están siendo investigados "bajo sospecha de aceptar sobornos y otros pagos entre principios de los 1990 y el día de hoy".
La BBC tiene información de que el príncipe Ali Bin al-Hussein de Jordania, quien es rival de Blatter para la presidencia de la FIFA, y sus asesores se reunirán más tarde el miércoles para discutir el impacto de los arrestos en la elección para la presidencia este viernes.
A principios de mes, Blatter señaló que estaba conciente de que algunos de sus excolegas estaban siendo investigados.