El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se refirió a la "crisis humanitaria" de los miles de menores no acompañados que tratan de alcanzar territorio estadounidense e hizo un llamamiento a los padres centroamericanos para que no envíen a sus hijos a la frontera."Nuestro mensaje claramente es: no envíen a sus niños no acompañados en trenes o a través de una banda de coyotes", afirmó Obama en declaraciones a la cadena ABC. "Ni siquiera sabemos cuántos niños no lo consiguen y pueden haber acabado siendo víctimas de tráfico sexual o muertos porque se cayeron de un tren".

"No envíen a sus niños a las fronteras", insistió. "Si lo consiguen (llegar), serán deportados. Y lo que es más importante, puede que no lo consigan".

Según el departamento del Interior, más de 52.000 menores no acompañados cruzaron la frontera entre EE.UU. y México este año. La mayoría de ellos provienen de países centroamericanos.

Este mes, el gobierno de Estados Unidos ha anunciado nuevas medidas para hacer frente a la incesante llegada de menores indocumentados provenientes de Centroamérica y que ha desatado la crisis migratoria más grave de los últimos años.

 Autoridades federales detuvieron a 78 personas que violaron las leyes de inmigración o cometieron delitos graves, durante un operativo en Colorado y Wyoming, "el mayor del año en la región", informó hoy Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE)

Según el ICE, el operativo se realizó del 20 al 23 de septiembre en 25 ciudades de Colorado y en la localidad de Wamsutter, en Wyoming. Entre los arrestados, 64 habían sido previamente convictos, algunos por pertenecer a pandillas y otros por cometer crímenes violentos, como homicidio, tráfico de drogas o abuso sexual de menores.

También por resistirse al arresto, robo de vehículos o conducir reiteradamente en estado de ebriedad. Otras 12 personas eran "inmigrantes fugitivos" que no acataron sus órdenes de abandonar el país. Nueve de estos inmigrantes enfrentan cargos federales por reingreso ilegal a Estados Unidos luego de haber sido previamente deportados. Según ICE, se trata de un delito agravado con una pena máxima de 20 años de prisión.

De los otros dos inmigrantes también detenidos no se brindó información adicional, excepto que "no cumplieron con las leyes vigentes de inmigración". "En esta operación nos enfocamos y arrestamos extranjeros fugitivos y criminales para que las comunidades de Colorado estén más seguras. Arrestar a extranjeros fugitivos y criminales sigue siendo una de las prioridades de ICE", declaró John Longshore, director de la oficina de campo de ICE en Denver a cargo del operativo.

ICE no proveyó las identidades de los detenidos, aunque especificó que se trata de 73 hombres y cinco mujeres, de los cuales 63 eran de México, tres de El Salvador, tres de Honduras, uno de Colombia, uno de Venezuela, y los otros siete de Bulgaria, Indonesia, Inglaterra, Liberia, Mauritania, Polonia y Senegal.

Como ejemplo de los detenidos, ICE reveló el caso de un mexicano arrestado en Aurora (suburbio al este de Denver) quien ya había sido deportado en dos ocasiones.

Según las autoridades, este hombre estuvo dos años en una cárcel de California tras ser declarado culpable de distribución de heroína y fue deportado en 1999 luego de cumplir con esa sentencia. El mismo hombre fue detenido en 2007 por reingreso ilegal al país y condenado a dos años en una prisión federal. Había sido deportado nuevamente en mayo de 2009.

Longshore indicó que "numerosas agencias de seguridad locales y federales" participaron del operativo.