Se dice que, a la hora del placer, las mujeres tienen mucha más sensibilidad física que sus compañeros del sexo opuesto. Sin embargo, muchas veces esto no es suficiente para llegar al orgasmo. Esta condición se conoce como disfunción orgásmica y es más común de lo que se piensa. Descubre por qué algunas mujeres no pueden tener un orgasmo, aún cuando se excitan y logran disfrutar gran parte de la relación sexual.
Se ha dicho y se ha escrito mucho sobre la impotencia sexual masculina. ¿Y ellas? Las relaciones sexuales son de a dos y lo ideal es que ambos disfruten por igual. Sin embargo, así como a veces los hombres tienen problemas para lograr la eyaculación, las mujeres también tienen problemas para llegar al orgasmo, aún cuando están excitadas.
Esto se conoce como disfunción orgásmica y es más común de lo que crees, sólo que muchas veces por vergüenza o prejuicio, no se habla del tema. Si te cuesta trabajo creerlo, he aquí más datos que te ayudarán a entender que no eres la única con dudas y problemas a la hora de la intimidad con esa persona que tanto te atrae o con el compañero al que amas.
Se estima que alrededor del 66% de las mujeres tiene trastornos sexuales. Entre ellos, el 33% tiene falta de deseo, el 20% no siente placer durante el contacto sexual, el 15% tiene dolor durante la penetración vaginal, entre el 18 y el 48% tiene problemas para excitarse, al 46% le cuesta alcanzar el clímax y entre un 15 y un 24% no logra llegar al orgasmo.
Todos estos problemas pueden tener diferentes causas, ya que el comportamiento y la respuesta sexual dependen de una relación entre el ambiente, la condición física y de salud y otros factores psicológicos que no siempre es sencilla. En particular, como las mujeres con incapacidad de lograr el orgasmo o disfunción orgásmica sí sienten placer y logran excitarse, se considera que existen factores más allá de lo físico que las afectan a la hora del placer. Recuerda que el sexo es mucho más que una cuestión física y, posiblemente, tu pareja no logre satisfacer tus necesidades en distintos niveles, no sólo sexuales.
Por eso, la comunicación con tu compañero sobre tus deseos es muy importante y constituye el primer paso para resolver el problema. Tener una pareja comprensiva y dispuesta a colaborar es de gran ayuda en esta tarea. Frecuentemente, para que puedas comunicarte mejor y detectar y expresar tus deseos, la terapia psicológica también te puede ayudar.
Paralelamente, existen otros motivos que pueden atentar contra tu placer, muchos de los cuales se relacionan con situaciones emocionales cotidianas. Por ejemplo:
Estar bajo una situación de mucho estrés.
Tener problemas con tu pareja o aburrimiento y monotonía en la actividad sexual.
Timidez a la hora de solicitar cualquier tipo de estimulación.
Haber tenido alguna experiencia sexual traumática.
Haber crecido en una familia con muchos prejuicios sobre el sexo.
Tener autoestima baja o problemas con tu imagen física.
Tener temor de quedar embarazada o de contagiarte de una enfermedad de transmisión sexual (ETS).
Tener desordenes de ansiedad o estar deprimida.
Del mismo modo, también puedes tener algún problema físico que afecte tu sexualidad, como sufrir trastornos o cambios hormonales (debido a la menopausia o enfermedades crónicas, por ejemplo) o tener algún trastorno médico que afecte a la pelvis (como la esclerosis múltiple, neuropatía diabética o lesión de la médula espinal).
Por último, cuando de placer se trata, algunas sustancias y medicamentos tampoco ayudan a llegar al orgasmo. Es el caso del alcohol, algunas medicinas para tratar la hipertensión, algunas medicinas para el dolor (los calmantes), algunos antidepresivos y algunos anti-psicóticos, entre otros. No suspendas ninguno sin consultar con tu médico antes.
Lo bueno de todo esto es que hay muchas cosas que puedes hacer para mejorar tu vida sexual. Si crees que el motivo es físico, habla con tu médico sin pena para que te asesore. Si no es una cuestión física, no te avergüences en pedir ayuda psicológica de un profesional calificado. Ten en cuenta que cuando se trata del sexo no hay algo normal o anormal. Lo importante es lo que tú disfrutas, y no hay reglas establecidas.
Tú misma debes descubrir qué es lo que deseas y qué cosas son las que más te gustan, así como si tienes problemas para alcanzarlas o no. Algunas mujeres no se excitan ni tienen orgasmos, pero eso no les preocupa ni constituye un problema para ellas.
Sin embargo, ten cuidado con la resignación. Una cosa es que no te importe no lograr un orgasmo y otra muy distinta es que por costumbre, temor o la razón que fuere termines resignándote a una situación que no es la que realmente deseas.
Para descubrirlo, puedes comenzar reflexionando sobre una pregunta muy sencilla pero que puede ser muy difícil de responder: ¿Qué significado tiene el sexo en tu vida?, ¿se relaciona con la imagen que tienes de ti misma, es una expresión de amor y una forma de sentirte amada y aceptada, te hace sentir poderosa o tienen que ver con relaciones de poder? Nuevamente, ¿qué significa el sexo para ti?
Como ves, la respuesta puede ser tan amplia y variada como cada mujer. Lo importante es que, en principio, descubras cuál es tu relación con el sexo y el placer. Luego, si tienes una pareja estable, es igualmente importante que lo involucres y lo hagas parte de la solución. Al fin de cuentas, como ya mencionamos, el sexo es algo que se comparte entre dos y lo importante es que ambos lo disfruten: dar placer al otro también es una forma de gozar. Entra en acción ya mismo para que puedas disfrutar plenamente de tu relación en el plano sexual.