Ahora, con una tasa más baja de contagios, hospitalizaciones y muertes que al inicio de la crisis, se está viviendo con una normalidad parecida a la de antes. En parte, gracias a las medidas del gobierno, primero con Donald Trump y ahora con Joe Biden, que las ha ido extendiendo.

“Podemos controlar y ganar al virus. De eso se trata el plan de rescate estadounidense. Y estoy decidido. Y eso es lo que espero que podamos hacer en el corto plazo”, dijo el presidente Biden durante una conferencia de prensa.

El Congreso ya cerró el grifo de los fondos de alivio por el Covid-19. Pero el gobierno federal aún se estaba haciendo cargo de algunos gastos médicos, como las vacunas o tratamientos. A partir de mayo la Casa Blanca ya no los gestionará.

“El estado ya no va a ser el que subsidie o regale estos tratamientos o estas vacunas”, dice el médico Carlos Riveros en declaraciones a la Voz de América.

Ante esa medida, Pfizer ha asegurado que sus dosis de refuerzo costarán hasta 130 dólares. Y ya se preparan para hacer caja porque solo el 15 % de la población se ha puesto el refuerzo. Tampoco se ofrecerán pruebas gratuitas a domicilio. Pero se espera que algunos continúan beneficiándose.

“Siempre hay algunos grupos a los que el gobierno tiende a proteger porque podrían estar con mayor susceptibilidad”, agrega Riveros.

Los republicanos habían pedido que se pusiera fin a esta emergencia de forma inmediata, pero el gobierno dice que si se hace crearía un caos en todo el sistema de atención médica. La pandemia no ha terminado y ahora estamos en fase endémica.

“Una parte endémica quiere decir que prácticamente el virus está por todos lados y que está muy difícil atacarlo y desaparecerlo”, aclara el Ilán Shapiro, otro médico consultado por VOA.

Desde el inicio de la pandemia, más de un millón de personas han muerto en Estados Unidos por coronavirus.

El coronavirus sigue siendo una emergencia de salud pública. Los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideran que la pandemia sigue siendo una amenaza. Y en las últimas semanas se ha registrado el número de muertes ha aumentado.

“Desde principios de diciembre, las muertes semanales reportadas han ido en aumento. En las últimas ocho semanas, más de 170.000 personas han perdido la vida por el COVID-19. Y esas son solo las muertes reportadas; sabemos que el número real es mucho mayor”, detalló el Tedros Adhanom, director de la OMS.

Alcalde que indica que si los casos de COVID continúan disminuyendo, el próximo lunes se eliminará el mandato que requiere mostrar pruebas de vacunación para ingresar a negocios.

Dicha restricción ha impactado mucho a los restaurantes. Alba de Jesús, del restaurant Floridita, comenta al respecto: "Nosotros tenemos que pedir la vacuna. Hay muchas personas que, al no estar de acuerdo, no se han vacunado y no pueden recibir atención en el restaurante porque no podemos aceptarlos".

Por ejemplo, cuando se realizó este reportaje era un lunes a la hora del almuerzo y muchas mesas estaban vacías: "Ha bajado demasiado la venta. Tanto que ha afectado a los dueños de la empresa y a nosotros como empleados; ya que somos camareros que trabajamos por la propina", explica de Jesús.

Yajaira González es propietaria del bar de vinos, Pop & Pour, y ya ni siquiera abre sus puertas los lunes o martes porque el negocio ha sido muy bajo: "Imagina que solamente venga una mesa, no da para nadie".

Los cambios en el mandato no solo afectarán a los restaurantes, tampoco se requerirá prueba de vacunación en lugares de entretenimiento o gimnasios. Y segun los defensores de los restaurantes, será un alivio para muchos de los negocios.

"Ha sido dificil. Primeramente, estar encima de todos los mandatos que tienen la ciudad. Pero lo hemos tratado de hacer", detalla Elvis Silverio, fundador de la Asociación de Bares y Salones de Restaurantes Latinos del estado de Nueva York.

Pero los funcionarios de salud dicen que es importante recordar que los mandatos están a punto de ser levantados porque las vacunas están funcionando.

 Nueva York unas 71 mil personas podrán recibir la nueva vacuna de Johnson &Johnson la cual solo requiere de una dosis

La tercera vacuna contra el coronavirus podría ser administrada tan pronto como este martes.

Nueva York.- Unos 190,000 estudiantes de escuelas públicas de la ciudad reinician clases presenciales este lunes luego de casi dos semanas de aprendizaje remoto. 

Pero muchos padres de familia aún enfrentan el dilema de enviar a sus hijos a clases.

Por una parte, existe el temor a contagios; por otra, deben enfrentar los efectos de mantener a los menores en casa. 

Como Marta quien confiesa que su hijo Pedro Ramos ha sufrido depresión: "Él pasa deprimido, tiene mucha depresión. Está tomando hasta medicina para la depresión, no duerme".

Este año escolar Pedro comenzó el octavo grado y dice haberse sentido deprimido por dos meses.

Admite también que las clases a distancia son difíciles pero importante para protegerse del virus. 

"Bien difícil tratar de atender las clases sin saber a qué hora y también haciendo estas clases por remota y es bien difícil hacerlo por la casa. En persona es peor por nadie se sabe qué va a pasar", detalla Ramos. 

La Alcaldía decidió cerrar los planteles para instrucción presencial luego de que la tasa de contagos de de COVID-19, en un periodo de 7 días, rebasara el 3%. 

Para padres como Alma Arroyo, que enlistó a sus hijos en el modelo educativo mixto, las clases en persona no dejan de ser una preocupación, aunque también considera importante el bienestar mental de sus hijos. 

"Ellos necesitan socializarse también con más niños. Si uno como adulto se estresa, imagínese los niños que están encerrados. También es un poco enfermo también que ellos estén tanto con las tabletas", comenta esta madre de familia.

Según una encuesta, en un reporte de la ciudad, el 35% de adultos con niños en su hogar informan que la salud emocional, de al menos uno de sus hijos, se ha visto afectada negativamente por la pandemia. 

El cierre de escuelas, la separación de los amigos y la interrupción de las rutinas, son circunstancias que pueden contribuir con esa condición, de acuerdo con el informe.

Sin embargo, hay quienes opinenan que la reapertura de escuelas debe esperar. 

Joyce Velásquez es abuela y comenta: "Quisiera que todos los padres aguanten un poquito más hasta que ellos esté todo muy mejor". 

Mientras tanto, para las familias con problemas de estrés, depresión o ansiedad, el gobierno de la ciudad ofrece consejería capacitada a través del programa NYC Well, al que se puede llamar al número: 888-692-9355.